jueves, 1 de febrero de 2024

Un original cursillo en Montecelo

 


D.Enrique Fernández

Hubo en Montecelo (S. Pantaleón das Viñas) unas jornadas de descanso y reflexión sacerdotal.

Destaco en estas Jornadas una cierta originalidad de planteamientos que rompe los esquemas conocidos.

Primero porque no fue un día seguido, sino  una tarde con cena y dormida, el que quiso, y una mañana hasta después de comer.

La tarde del primer día también fue original pues hubo tres ponencias pero a base de testimonios y anécdotas. Estuvieron a cargo de D. Ángel Marzóa, párroco de Ponteareas,  que insistió en la libertad de la persona y  en el don de Dios que da cuando Él  quiere. La segunda charla la dio D.Ángel Feijóo sobre su experiencia de Caritas y como rector del seminario de Ourense.

Para el mundo rural merece destacarse la bonita experiencia de D. Manuel Chouciño que tiene una Unidad pastoral cerca de Órdenes.

 Nos dijo que pasó tiempo mentalizando a la gente de ser una unidad pastoral a la que puso el nombre no de una parroquia sino de una devoción común: nuestra Señora del Carmen que todos aceptaron con gusto.

 Ha restaurado una casa rectoral que sirve de exposición y de lugar de reuniones, hizo una coral y viendo que en Galicia a la gente les gusta reunirse para merendar o comer, les dio clases de cocina y con frecuencia organiza meriendas para grupos y a continuación hay catequesis de adultos. ¿La Misa? “Es misa católica e  igual para los  niños”.

 Benito Calahorra y Angel  Marzoa
El día siguiente por la mañana fue el plato fuerte de las jornadas cuyo título era De la Amistad a la acción. El ponente fue D. Enrique  Fernández de Giles, laico, casado y cuya biografía se puede encontrar en internet en varias páginas. Habló toda la mañana y parte de la tarde, con algunos minutos de descanso.

Lo entendí como un intento de hacernos buenos instrumentos en las manos de Dios, ayudados de experiencias civiles.

También D. Enrique se salió de los cauces de las clásicas conferencias, pues comenzó preguntando a los asistentes qué les preocupaba en su pastoral  e iba  anotando las respuestas en un tablero,  luego fue comentando cada cosa.

 Después preguntó adjetivos positivos y negativos que se aplican a las personas o colaboradores, que   también comentó. Luego  hizo otros  juegos  con la colaboración de los presentes  de los cuales sacó enseñanzas.

Hizo hincapié en la importancia de generar confianza que se apoya en la verdad, la justicia y en el desarrollo, en el avance pastoral.

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