sábado, 24 de febrero de 2024

"Ven, Amada mía"



Quiero introducir este artículo sobre las postrimerías con este título extraído del "Cantar de los cantares", que lo es también de un bello canto religioso que les invito a escuchar en youtube.

La muerte, cuando Dios la determine, no es un triste final de una vida más o menos afortunada, sino un encuentro con el Amado por toda la eternidad.

 

Hace años aprendí de un sacerdote santo la siguiente oración:

" Dios mío, ya desde ahora acepto como venida de tu mano cualquier género de muerte que quieras enviarme; con todas sus angustias, penas y dolores".

 

Ahora que estamos en Cuaresma, es ocasión propicia para repetirla, pues polvo somos y al polvo hemos de volver.

 Aprovechemos los días, meses o años que nos queden de vida para anhelar el encuentro con el Señor si hemos sido fieles (o infieles conversos) y ofrezcamos ya de antemano nuestra propia muerte por alguna intención importante: la persona e intenciones del Papa, la Iglesia, la conversión de los pecadores o de alguien cercano...lo que el Señor sugiera a cada uno para concedernos cuando nos diga:

 "Ven, Amada mía; ven a mi jardín".

 Marta

 

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