jueves, 24 de abril de 2014

Andaba dos pasos en un ladrillo


Crucero a la entrada de Porto do Son
Salí con prisa al encuentro con dos amigos. Íbamos a celebrar la pascua y descansar un poco.  La meta era Portosín y Porto do Son,  hermosas villas marineras cerca de Santiago. La prisa era para llegar puntual y no hacer esperar a mis amigos.

 En esto me encuentro en la Quintana con Juan,  un andaluz,  peregrino asentado en Santiago, que conozco desde hace muchos años. Me para y quiere hablar. Le hago ver que llevo prisa y, por eso, me dice:

En amigable conversación
        -  “decía mi padre que,  el Señor andaba dos pasos sobre un ladrillo”
           Me gustó la expresión,  pero quería saber más.
        -  ¿?
         - Pues quería decir que no había que tener prisa. Le   respondí:  Yo no soy el Señor
        -  Pero tiene que imitarlo
          -Bueno, Él es el Amo y yo soy el siervo
         - Pero Él también dijo: ya no os llamo siervos sino amigos.

el puerto



Me respondió bien y trajo oportunamente la cita del Evangelio. Al final, como era de esperar, me dijo que sólo tenía 10 céntimos para comer. Yo le dije que le daría otros diez y  aumentaba las posibilidades.
 Luego le di  unos euros y se fue contento dejándome seguir mi camino,  ya con varios minutos de retraso involuntario que me perdonaron mis amigos.


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