viernes, 13 de febrero de 2015

Tomás Alvira y Paquita Domínguez.




Esta biografía tiene por subtítulo: La aventura de un matrimonio feliz. Fue Escrito por Antonio Vázquez, también casado y amigo de la familia. Editorial Palabra.

Cuando terminé de leer este libro  de la vida de este matrimonio,  tenía lágrimas en los ojos y mucha emoción, no sólo por el hermoso relato de la muerte de ambos, con pocos años de diferencia, sino también por anécdotas llenas de  tensión y enseñanzas espirituales.
Es un libro recomendable para todos, pero muy adecuado para casados en este Año de la Familia. En él se pueden ver  multitud de sugerencias para la vida de cualquiera, pues es la vida ordinaria,  vivida pendiente de hacer la voluntad de Dios. No son sugerencias para copiar literalmente,  pero dan pistas para tener criterio a la hora de  actuar en diversas circunstancias.
Aunque el libro es largo (392 páginas), sin embargo mantiene el interés hasta el final. Al terminar se tiene la sensación de que también el lector  ya es amigo de D. Tomás y Paquita e incluso de sus hijos.. .y ya se puede acudir  a la intercesión  de este matrimonio  pues han llevado una vida y una muerte santas. Aunque el último y decisivo criterio,  sea la palabra de la Iglesia.

La familia al completo
El autor va alternando, a la par,  las dos vidas que en realidad son una, la aventura de la familia Alvira en la que también va unido lo natural y lo sobrenatural.

Me interesó de un modo especial su capacidad de amar, de cuidar las amistades, de cultivar un trato amable y servicial.

 Contrasta  bastante, en el momento actual,  en que cada uno anda a lo suyo y apenas se interesa por mirar a los demás.  Decía un testigo  que “D. Tomás tardaba largo tiempo en subir a su despacho porque antes tenía  que saludarnos  uno a uno y preguntarnos por nuestras cosas”. Hay un capítulo titulado: Tener amigos y quererlos.

También dedica páginas a la vocación matrimonial inspirados en las enseñanzas de S. Josemaría. Explica el autor, con hechos, como los cónyuges se ayudan mutuamente para ser santos en la vida conyugal (Lumen Gentium).  Dios con el matrimonio sale al encuentro de los esposos cristianos que han de estar en un permanente estado de llamada. 

En todo el libro hay numerosas “perlas”, como que la casa ha de oler a hogar, que D. Tomás estudiaba a la gente en la presencia de Dios, también  a sus hijos. El hijo es un tesoro en los brazos del padre o de la madre, o como las cosas pequeñas son un encuentro de amor (con Dios).

No falta desde luego la reflexión sobre la  relación  del matrimonio con sus 8 hijos. Fueron un ejemplo de padres cercanos  a sus hijos y, al mismo tiempo,  no posesivos.
 Su tarea consistió en potenciar la capacidad de cada hijo para que llegase a ser él mismo.
 Con su ejemplo de vida cristiana les transmitieron que para ser felices hay que darse, pero tendrían ellos, los hijos,  que poner en práctica esa lección cada uno a su modo.

Víctor Manuel Sánchez Lado

No hay comentarios:

Publicar un comentario