sábado, 7 de abril de 2018

¡Tengo sed ¡




La muchedumbre calló
Cuando, en medio de la tormenta
Se oyó el fuerte lamento
Que el ajusticiado emitió.


Todo el gentío escuchó
Aquella voz lastimera
E interpretó a su manera;
Pero su significado
Dirigió el Crucificado
A la humanidad entera.

¡Tengo sed! Fue su gemido
Y me detengo a pensar
Que, creando Tú el mar
Y las aguas que han surgido
Y, por doquier, esparcido
Belleza y fecundidad,
Tú el Autor de la vida,
En una tarde deicida
Mueras de sed,  sin piedad

¿Cómo podría calmar
Esa sed que te devora,
Y que aproxima la hora
 En que vas a expirar?


Yo quiero depositar
En tu cuerpo malherido
Un beso de arrepentido;
Y sabiendo tu perdón
Guardar en mi corazón,
El eco de tu quejido.

Juan Campos

Nota: D. Juan Campos vivió en Basquiños (Santiago)y ha escrito muchas poesías; ésta es una de ellas. Ahora está en la  residencia de San Marcos .

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