viernes, 23 de julio de 2021

Jesús, El Señor, sigue hablándonos en parábolas.

 



Jesús fue un maestro de las parábolas y con ellas suscitaba interés en los oyentes y, a la vez, los formaba.

 Pues, ahora, también sigue comunicándose con nosotros por otras  muy variadas parábolas.

A veces, habrá que preguntarle, como hacían los apóstoles, para que nos las explique y nos haga ver su sentido y su mensaje.

¿Cuáles son esas parábolas actuales?

Pues es lo que nos pasa a diario, una llamada telefónica en que alguien nos cuenta que está disgustado. También es parábola ver a un niño que sube al alto de un muro y  se coge de la mano de su madre y no la suelta, o un peregrino que entra en la iglesia a sellar y nos cuenta  que viene de Chequia y se pone a rezar. Una alabanza o un desaire, también algo nos dice.

Podíamos decir que todo es parábola, que Dios nos habla constantemente y  en todo hay algún mensaje.

Nuestra pregunta ha de ser: ¿qué me dices con esto que veo o me está sucediendo?


También los acontecimientos diarios del mundo que nos rodea, tienen su mensaje.  Inundaciones, el cobid, la violencia… algo nos están enseñando.

Señor, que vea, ábreme  los ojos y que saque consecuencias para mi vida.

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