viernes, 13 de julio de 2012

Roma: crónicas breves de un viaje





Juan Pablo II tiene una capilla dedicada a él en la basílica del  Vaticano, es la segunda entrando a la derecha . Allí suele estar lleno  de gente que reza;  si vas a sacar fotos o a curiosear te echan fuera. Se va a rezar. De hecho recibí varias llamadas de amigos míos que me pedían rezara por sus intenciones al beato  Juan Pablo II.
  La mayoría de los visitantes  era gente joven, y allí pude estar un buen rato rezando. Al salir me sale al encuentro un joven que me saluda por el nombre y resulta que era de Santiago y estaba  de viaje de novios. Como es lógico me sorprendió y me  alegré mucho, pues casi nos vemos más en Roma que en el propio Santiago

Luego fui a ver la estatua de S. Pedro que estaba cerca de la capilla mayor y, a esa hora, protegida por  vallas. Yo fui una mañana temprano a la hora de abrir ( a eso de las 10) y estaba todo al alcance de la mano y de la boca pues pude darle un beso en le pie de bronce ya muy gastado de tanto beso de sus devotos.

Estando en Roma hay que ir a la audiencia del Santo Padre. Había una largísima cola en la que tienes tiempo para rezar y para hacer amistades con los vecinos de la  cola; a mi me tocó de  estar con una familia mejicana muy habladora.

 La sala “Pablo VI”  se llenó  a rebosar y también observé que la gran mayoría eran jóvenes. El Papa habló empezando a la hora en punto,  aunque seguía llegando la gente pues era mucha la que quería verle. Fue entretenido pues no sólo habló el Papa sino que  había intervenciones breves, con cantos o música,  por  parte de los diversos grupos que allí estaban.

Roma es famosa por los museos,  grandes en todos los sentidos. Para  ver los museos vaticanos había una cola de un kilómetro  y pacientemente esperaban a que les llegase el turno. Se calcula que los verán a diario  unas 10.000 personas. En una ocasión le oí a un guarda que a ver si, al menos una persona de todas esas,  se convierte al ver tanto amor y tanta historia. No es mucho pedir.

También el museo de Villa Borghese es muy visitado y se pueden contemplar estatuas de mármol de Bernini que son increíbles por su perfección y por la dificultad en hacer aquellas maravillas. Se puede encontrar bastantes cosas en Internet. Allí dominaban también los jóvenes. Para  los mayores de 60 años,  el billete de entrada era gratuito. El tiempo se nos hizo poco para ver todo aquello.

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