sábado, 21 de junio de 2014

José Amigo Junquera, un sacerdote hospitalario.


homenaje en Obra
Falleció D. José en su casa, rodeado de sus  familiares y con los auxilios médicos  oportunos que le hicieron llevadera su enfermedad. También  tuvo los auxilios espirituales. La familia no dudó en llamar a las 11 de la noche a un sacerdote para que le atendiera en esos últimos momentos con  la Unción de enfermos. Otro sacerdote le visitó poco antes y le rezó varias oraciones especialmente a la Santísima Virgen.

También había estado con él, el Sr. Arzobispo sirviéndole de consuelo su visita. La visita del Pastor.

Yo le recuerdo como un sacerdote amigo de sus amigos, cordial, acogedor y dispuesto a  obsequiarte invitándote  enseguida a comer con él. Le gustaban las visitas y era muy hospitalario.

Templo de Salgueiros,  dedicado a S. Pedro
Le vi en los últimos meses con aspecto cansado, pero a pesar del cansancio no dejaba sus principales compromisos de bodas, bautizos o funerales. Lo hacía con mucho esfuerzo y por complacer a sus feligreses y amigos.

Era fácil tener con él una conversación espiritual, y vibraba con el amor a la Ssª Virgen. Acudía a ella con devoción  y esperanza. La fue a visitar en varias ocasiones  al santuario de Lourdes y consideraba una gracia el  haber podido hacer, tal como estaba, esas peregrinaciones.

Fue amante de la confesión como el Cura de Ars o el P. Pio. En los años santos pasaba mañanas enteras confesando en la Catedral de Santiago, prestando ese gran servicio a las almas.

retablo 
Era párroco de San Pedro de  Salgueiros (Bandeira, Vila de Cruces), fue ordenado en  1972..

Presidió su entierro el Sr.Arzobispo D. Julián Barrio Barrio quien hizo reflexiones sobre la Eucaristía y la muerte. También  sobre la fidelidad de D. José y su capacidad para hacer sentir su amistad y dejarse querer.

Al final de la Misa dijo unas palabras desde la amistad y cercanía  ,  el párroco de Vila de Cruces D. Andrés Trinquete.

 Dijo de él que era un hombre de gesto amable, deseoso de mantener  tradiciones y costumbres, fue ejemplar en la enfermedad, nunca se le oían quejas , decía lo que la había pasado pero añadía siempre: "estou ben". Estaba despreocupado y optimista.
 Se apoyaban cada día en la fe que le mantenía en pie y, la devoción a María, le sostuvo en sus momentos de noche oscura. ...
Asistieron unos 50 sacerdotes y cientos de feligreses
sacerdotes esperando la celebración

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