sábado, 27 de abril de 2019

La cabeza apolillada


Hace unos días fui a visitar a una señora mayor, pasa algo de los 90, y me contó que  quiso votar por correo el último día del plazo.

 Las personas que la cuidan, gente joven, le dijeron que todo  estaba cerrado pues era Jueves Santo.

Pero ella insistió, pues decía que el plazo terminaba el jueves fuera o no  Jueves Santo.

"Hay que pensar las cosas,  si no la cabeza se apolilla", me dijo,  y al fin les convenció de llevarla a Correos y efectivamente estaba abierto y pudo votar.

Yo le dije que   ella sí que no tenía la cabeza apolillada a fuerza de pensar lo que ocurre a su alrededor, pues no comulga con ruedas de molino, ve, oye y piensa. Qué grande es pensar!!!

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