Recibí una foto en la que aparece D. Julián como mirando al público y, la persona que me la mandó, pone por único comentario:”se va”.
Me vino a la cabeza aquella hermosa y conocida canción: algo se muere en el alma, cuando un amigo se va.
Con tal motivo recordamos muchas cosas de nuestra relación con el que fue Padre y Pastor durante muchos años (30) en esta querida diócesis.
En esta parroquia de S. Cayetano tenemos un libro de oro en donde fuimos recogiendo firmas de personas importantes que pasaron por algún motivo por nuestra iglesia. Casi siempre la firma va acompañada de un sabroso comentario. Esto puso D. Julián en el año 1996: con motivo de la confirmación de 43 jóvenes en esta parroquia de S. Cayetano, quiero expresar mis mejores deseos para toda esta comunidad parroquial. Con todo afecto y mi bendición. Y firma.
Vino en más ocasiones a S. Cayetano pues nunca se negaba cuando le hacíamos alguna invitación. También fue a la capilla de S. Silvestre por deseo de los vecinos y a S. Juan Apóstol con motivo de la nueva iglesia y en diversos aniversarios y en actos de cierta relevancia.
En las visitas no se limitaba a la liturgia pues también deseaba dialogar con los que encontraba o se le acercaban y aceptaba posar para las fotos de familia.
Desde siempre procuré visitarle, al menos una vez al año, con la finalidad de contarle cosas de las parroquias que le alegraran. También le pedía algún consejo y, desde luego, oraciones y la bendición de la labor.
De las más de 1000 parroquias de la diócesis poco sé, pero
la actividad de nuestro arzobispo era
muy intensa pues procuraba estar presente en las parroquias por la
confirmación, por alguna fiesta o por la
visita pastoral. Siempre le vi en los funerales de los sacerdotes fallecidos y,
en estos años, fue un buen número. Espero que haya alguien que, bien documentado, haga una semblanza de toda su actividad y vida en esta diócesis de Santiago y en la ciudad del Apóstol con toda la actividad con peregrinos no sólo en Años Santos.
La despedida popular fue en la catedral el día 17 de mayo y en San Martín el mismo día, en donde fue muy emotiva. De ello dieron cuenta diversos medios.
La siembra está hecha esperemos que la semilla germine y dé fruto con la gracia y acción del Espíritu Santo. Le deseamos todos a D. Julián un buen descanso en esta nueva etapa de su vida y le agradecemos todas las atenciones que ha tenido con sacerdotes y fieles.
V. Sánchez
Párroco de S.Cayetano
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