lunes, 10 de diciembre de 2012

El cura de Fruime

El domingo por la tarde fui a Fruime a ver a mi amigo D. Manuel Caamaño Ferreiro, el párroco  del que llevaba tiempo sin saber de su delicada salud. Fui con otro amigo, emérito de la catedral, en una tarde de invierno, fría pero hermosa.


Me llamó la atención, al llegar, un precioso crucero del estilo de la zona, obra de Ángel de Catoira. Tiene una dedicatoria y una reflexión. Por detrás está una imagen de la Virgen.

Este sacerdote lleva más de 50 años en este mismo lugar y los feligreses le hicieron un homenaje de agradecimiento por la constante dedicación a la parroquia. Así consta en una placa, a la entrada de la iglesia, para constancia histórica.

Esta parroquia tuvo un párroco que se hizo famoso por escribir libros en defensa de Galicia y  de los gallegos. Se llamaba Diego Antonio Cernadas de Castro. Tiene un monumento cerca de la iglesia que le dedicó el ayuntamiento de Lousame en colaboración con la Asociación de vecinos y el colegio Diego  Cernadas. En su inauguración hizo un merecido  elogio el periodista de la agencia EFE  D. Manuel Troitiño Rivas.
 Estuvieron presentes  las autoridades del lugar y el Vicario General del Arzobispado D.Víctor Maroño.

D.Diego Cernadas está enterrado en la misma iglesia en donde actuó como párroco, en la capilla de la izquierda dedica al Crucificado.

D. Manuel,  en su sala de estar
La iglesia está recientemente restaurada pues un incendio de hace años, hizo mucho daño a los retablos, pero ahora quedó mejor que antes, siendo una iglesia acogedora y hermosa.

Es un lugar entre montañas desde donde se ve el mar y  es de difícil ubicación por sus numerosas carreteras.
El retablo es del 1600 y está hecho en madera de nogal y mandó  hacerlo el obispo Santisteban.
En Fruime  hay 120 familias y, entre el pueblo,  D.Diego Cernadas es conocido y recordado.  Hay anécdotas que se transmiten de padres a hijos.

San Martín de Fruime
D.Diego Cernadas estuvo de párroco 47 años y se cuenta que se  acercó a ver la parroquia por Taragoña pero estando todavía lejos, cansado,  pensó en desistir de ir a ver la parroquia, pero luego reaccionó creyendo que sería un desacato a Dios y a la parroquia.

 Lo primero que vio al llegar fue una hermosa imagen de la Virgen de los Dolores que se conserva y quedó prendado de ella y entonces dijo: aquí viviré y aquí moriré.

Hablaba y escribía en gallego y esto le ocasionó no pocos inconvenientes.

retablo, restaurado,  dedicado a San Martín.

El confesonario, una llamada a la conversión.

placa a la entrada de la iglesia


La sepultura, en su querida capilla de los Dolores

Oleo  situado en la capilla de enterramiento

La Virgen de los Dolores de Fruime


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