sábado, 23 de agosto de 2014

Mi experiencia en Rusia

Iglesia de la Sangre derramada


 Llegué a Rusia en junio, me encontré con las Noches Blancas, esto  es mágico, porque el sol no se pone y su luz alumbra las madrugadas.

 San Petersburgo es la ciudad de los palacios, de castillos y las fortalezas, que están iluminados durante el día y la noche y muchos jardines emblemáticos. 

Cuando llegué a San Petersburgo lo primero que me llamo la atención y me gustó muchísimo fueron las cúpulas doradas coronadas con la cruz; tienen la forma de una “cebolla”. Y son muy características de las iglesias rusas.

  Algunas iglesias tenían muchas cúpulas y por curiosidad pregunté a un sacerdote católico por el número de las cúpulas de las iglesias y me dijo: que el número de cúpulas de una iglesia tienen significados, por ejemplo una cúpula simboliza a Cristo; dos representan las dos naturalezas del Hijo de Dios; tres, la Santísima Trinidad, etc.


El Iconostasio

Allí se vive de una manera extraordinaria el ecumenismo con los ortodoxos; un día un sacerdote ortodoxo nos invitó a la misa ortodoxa en San Petersburgo, en la Iglesia que está ubicado en Puskhin, pues tuvimos la suerte de estar dentro del iconostasio.

 El iconostasio es una pared que está entre la nave y el santuario, cubierta de iconos. En el iconostasio hay tres puertas, la más importante y, la que está en él,  se llama “la puerta del zar”. Que a  través de ella puede pasar sólo el sacerdote durante la misa. 

En la puerta están pintados los cuatro evangelistas y la Anunciación, y encima de la puerta se representa la Última Cena. Hay otras dos puertas laterales, en las que están pintados los arcángeles, las usan diáconos y otros clérigos.

Celebración de la Eucaristía
 Y dentro la iglesia también me impresionó muchísimo  la piedad ortodoxa, o sea, la veneración de los iconos; las imágenes de Cristo, de la Virgen y los santos.

Ya al entrar en un templo ortodoxo se percibe la presencia abundante de iconos, tanto en las paredes como en el iconostasio.

Noches Blancas
Los iconos ocupan un lugar especial tanto en la liturgia como en la espiritualidad ortodoxa, pues consideran que el icono permiten entrar en comunión con la persona representada en la imagen, pues para ellos el icono no es un retrato sino que se representa a la misma persona que en la imagen.

Inar Francisco Cabrera Maquera.

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