miércoles, 25 de agosto de 2021

Excursión por el norte de Portugal

 



Unos amigos dedicamos  un día a ver el norte de Portugal por la zona de Orense y  pudimos ver con calma dos  grandes santuarios, el de Nuestra Señora de la Peneda y el de S. Bento da Porta Aberta.

El recorrido fue por la sierra de Gerez arriba y abajo. Mucha curva y poniendo un poco de paciencia, pero con unos paisajes inefables.

En cuanto a Nuestra Señora de la Peneda,  me llamó la atención ese santuario mariano bastante anterior al de Fátima, que está en un lugar  aislado y al que se llega por una carretera estrecha y llena de curvas y con una  vegetación exuberante, aunque lo alto de las montañas son de grandes  bloques de piedra,  a veces en equilibrio inestable, al menos eso parece desde lejos.

La imagen de la Virgen de la Peneda es muy  pequeña y está enmarcada  en un gran retablo, resplandeciente en su dorado.

En la iglesia destacan  bonitas imágenes de escena de la vida de la Virgen. Llegamos allí a las 12,30, rezamos un misterio del rosario y cantamos una salve. Había gente joven a veces familias enteras que entraban, rezaban un poco y salían.

En torno al santuario nació un bonito pueblo y varios restaurantes que atienden a los devotos  o peregrinos.

Desde allí fuimos a comer en lo alto de un cerro en un comedor lleno de gente de todo tipo.

Luego de la comida fuimos a la Basílica de San Bento da Porta Aberta. Destaca en ese santuario el edifico antiguo y un edificio moderno para grandes peregrinaciones.

 Alli estaban celebrado la Santa Misa con buenos altavoces y con mucha participación especialmente con cantos y una comunión numerosa.

Había un buen grupo de gente rezando sin prisas, algunos pasaban a besar al santo  en su camarín, se encontraban bastantes jóvenes, y había muchos coches en los alrededores. Por cerca pasa el Camino de Santiago. Hay que recordar que era un día cualquiera un martes, eso sí, de agosto.


Pude acercarme a la oficina de información que era una tienda de  poco fuste,  y  allí tenían propaganda variada y estaba al frente un joven  a quien hice una de las preguntas que me gusta hacer en los santuarios: “¿aquí hay milagros?”. 

 El joven me tomó en serio y me dio unas explicaciones de diversas clases de milagros y también de los milagros interiores , es decir , de conversiones. Me dijo que sí, que había muchos milagros.

 

La sagrada Familia en la Peneda

 

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