Una familia numerosa de una aldea de Galicia tenía un peral y con ansia esperaron a ver los frutos. Cual no fue su sorpresa cuando vieron que tenía una sola pera.
La dejaron crecer y se hizo grande , muy grande y hermosa. Tuvieron que ayudarla para que no cayera antes de tiempo. Cuando maduró la cogieron y la llevaron a la mesa. La madre la troceó en nueve partes: para siete hijos y los padres y todos pudieron saborear la sabrosa pera.
La madre hizo un comentario: si fuesen nueve peras raquíticas tiraríamos con ellas y no nos servirian de nada. Así pasa con las personas puede hacer más una persona buena con ganas de servir, con cualidades que la perfeccionan , que varias o muchas personas malas que son egoistas y pequeñas en sus virtudes y no son útiles para su prójimo.