jueves, 11 de octubre de 2012

Quedé incómodo

El centurión que recibió la alabanza de Jesús por su gran fe: Nadie en Israel tiene tanta fe


Me vino a ver un necesitado que ya me  había visitado en otras ocasiones. Siempre le he escuchado y también ayudado módicamente según mis posibilidades.

Pero últimamente su situación se hizo dramática. Ya no tiene la pensión del  paro, está enfermo aunque los médicos inspectores no le reconocen, otros si,  y entonces no tiene con que pagarse la habitación y además come malamente.

Estuvo conmigo contándome su gran necesidad. Me quedé incómodo pues me limité a decirle que yo no tenía medios para ayudarle y le envié a otros que quizá podrían hacer algo más por él.

Toda la tarde estuve dándole vueltas a esto en mi interior pero a la noche encontré algo de luz al leer la Biblia pues encontré aquellas palabras de Jesucristo: " buscad ante todo el Reino de Dios y su justicia y lo demás se os dará por añadidura". Realmente esa era una buena respuesta a este amigo en apuros, pues él podía buscar con más ahínco ese Reino de Dios en su vida - que Dios  reine-, acudir a El  con más oración día y noche... ; si no nos comportamos como hijos de Dios, Dios no puede actuar de Padre, aunque nunca deje de serlo. Es necesario acudir a Dios con fe, creyendo que es así como El dice y los milagros seguirán realizándose.

Luego me encontré en el Evangelio que Jesucristo  reclamaba  Fe a  los enfermos y tullidos que acudían a El , que pidieran confiando totalmente en El. Entonces realizaba los milagros por difíciles que se presentaran.
 Ahora Jesucristo  es el mismo de siempre. No hay cosas imposibles para El.  Precisamos fe.

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