Ayer estuvo Jaime en la reunión de jóvenes y nos contó su experiencia de la JMJ de Madrid y su estancia en África en concreto en Uganda.
Nos contó una anécdota de ese país que vale la pena conocer.
En las escuelas católicas se educan además de los hijos de los católicos también musulmanes pobres que lo desean. A ellos no les dan catecismo pero les enseñan a ser solidarios y a perdonar, que son valores universales. Pues bien a la hora del desayuno a una niña se le cayo por el suelo su "café" y se quedó sin nada. Los otros niños reaccionaron inmediatamente, y , sin decirles nada, se acercaron a la niña para ponerle en su taza parte de su desayuno, llenándosela de nuevo. Bonito gesto.
Es de esperar que cuando sean mayores sigan practicando esa hermosa solidaridad que también es ejemplar para nosotros.
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