domingo, 6 de octubre de 2013

Asamblea Diocesana en La Salle

el día cinco,  tuvo lugar la Asamblea Diocesana presidida por el Sr. Arzobispo D. Julián Barrio.

Estaba el aula magna de La Salle completa  de algunos sacerdotes, religiosas, movimientos y simples  laicos.
Después de unas oraciones habló el Sr. Arzobispo. Aunque fue relativamente breve su alocución,  fue al mismo tiempo intensa
* habló de la riqueza de las relaciones humanas
* de como la fe es un bien para todos,  es una luz que luce no sólo dentro de la Iglesia sino que también ilumina a otros que no creen. Ayuda a edificar nuestras sociedades.
* hemos de tener una actitud de conversión y de servicio a la evangelización.

Hay que avivar la espiritualidad de:

- llevar a Cristo en cualquiera de las circunstancias de nuestra vida. Es nuestro tesoro.
-de amor a la Iglesia. Sin ella, estamos a la intemperie
- de acercarnos al hombre de nuestros días con el aceite de la misericordia, para curar heridas.

Respecto al Año de la fe hemos de preguntarnos ¿ Qué podemos hacer por los demás, para acercarnos y ayudar?

A continuación tuvo una larga y bien trabada conferencia D. Luis Otero Outes, delegado de Enseñanza.
Leyó un texto del Evangelio de cuando Jesús, El Señor,  envía  a los discípulos por el mundo entero. A este texto le sacó mucho partido aplicándolo a nosotros.

Vino a decir que primero hay un discipulado de preparación y experiencia de encuentro,  de oración, de amistad y de comunidad. Luego, ya encendidos les hace el encargo , los envía. Lo mismo ocurre con nosotros. Primero hay que renovarse en varios aspectos y luego viene el encargo pastoral.
Ahora este encargo, que el obispo nos hace con autoridad, es el Sínodo. No podemos encerrarnos en que yo ya tengo lo mio.
Nos habló de disponibilidad, haciéndonos esta pregunta ¿en donde hace falta trabajar?
Las dificultades de adaptación se superan con oración y estando a la escucha de la voz del Espíritu.



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