Un descanso en Vega del Valcarce |
estos cuatro eran parientes de uno de los mártires beatificados |
No fuimos muchos, a pesar del empeño de parte de la
organización, y lo mismo pasó en otros lugares de España que tuvieron que
suspender algún viaje. No obstante nos juntamos en Tarragona alrededor de
25.000 personas. Amén de un gran número de sacerdotes, obispos y cardenales.
El viaje y la visita
a las Edades del Hombre.
En el viaje de ida fuimos a ver en Arévalo la exposición
Edades del Hombre, que consistía en un recorrido por el Credo a través de
preciosas imágenes.
son andaluzas pero viven en Badalona. Estaban camino de El Pilar |
Todo muy bien
explicado por una guía enterada de lo que hacía. A mí, personalmente, me quedó grabada
la imagen de un Cristo yacente. Realismo en la pintura con materiales
especiales, según nos explicaron. Inspiraba devoción y ganas de besar aquel cuerpo
cubierto de llagas y causa de nuestra salvación. Era el “fue muerto y sepultado”
del credo.
Camino de Lleida fuimos a comer al restaurante Galindo.
Tuvieron la bonita idea de venir a esperarnos a la entrada de la ciudad para
guiarnos hasta el hotel.
Por las calles de Arévalo |
Era el mismo dueño y director el que nos hizo ese
servicio. También nos obsequió con unas botellas de cava.
una de las láminas de la exposición de los mártires del S.XXI |
atendiendo a la explicación de la Catedral |
El sábado, víspera de la beatificación, fuimos a Tarragona
a ver el lugar de la ceremonia, un antiguo instituto. Luego arreglamos las
credenciales y otros asuntos. Vimos con
un poco de prisa una exposición que había en el seminario, organizada por la
obra Ayuda a la iglesia necesitada. Tenía distintos paneles con datos y
fotografías de la persecución a cristianos
del S. XXI, es decir, ahora mismo.
El día 14 fue la
beatificación
Catedral |
Fue en domingo. Había muchos voluntarios, gente joven. Asistieron
muchos obispos, sacerdotes, religiosos. Destaco el ambiente de fraternidad y alegría
que se palpaba en todo el recinto.
En las horas anteriores a la San Misa leyeron algunas cartas
de mártires a sus familias, despidiéndose de sus padres y hermanos y
animándoles al perdón y a la esperanza del Cielo. Fue muy emocionante.
Me tocó de repartir la Sagrada Comunión, que hice con mucho
gusto, y se realizó con respeto al Señor y delicadeza al recoger los copones para purificar.
El cardenal Ángelo Amato habló de la causa de la fortaleza
de los mártires: la gracia de Dios, pues rezaban mucho, y la formación que
recibieron también de cara al posible martirio.
Regresamos al magnífico hotel de Reus a las 3,30 de la tarde
contentos y hambrientos. Desde luego
avisamos de nuestra tardanza.
Mons. Leonardo Lemos |
La tarde era libre, pero la mayoría fuimos a contemplar la
catedral de Tarragona en su estructura y en sus retablos. Una maravilla.
Luego
fuimos al anfiteatro en donde se ven los restos de una capilla dedicada a San Fructuoso
, Augurio y Eulogio que allí, en ese escenario, recibieron el martirio siendo
quemados vivos.
Al fondo se veía un plácido y relajante mediterráneo que estaba
en ese día como un plato. Nos acompañó el Sr. Obispo de Ourense.
El retorno a casa
El anfiteatro |
El lunes día 14, regresamos a Santiago. Misa en el hotel y
camino del Pilar de Zaragoza. Aún estaba la imagen de la Virgen en la plaza, con millares de flores. Hermosísima.
Entramos en
la basílica y cada
uno fue a ver lo que quiso. La santa Capilla estaba
abarrotada de gente y se celebraba una Misa.
Ya estábamos en Zaragoza |
Me llamó la atención el silencio,
pero también como a la Consagración nadie se arrodilló e incluso algunos siguieron
haciendo fotos, como si tal cosa.
Me vino a la cabeza la idea de que hay que explicar con calma la historia, el significado y qué hacer en ese momento central de la Misa.
Me vino a la cabeza la idea de que hay que explicar con calma la historia, el significado y qué hacer en ese momento central de la Misa.
Luego rumbo a casa. Merece destacarse los testimonios, sobre
todo de los sacerdotes presentes, que se dieron en el coche mientras pasaban
las horas. Fueron testimonios largos con precisiones históricas, teológicas y
también personales que hicieron las
delicias de los oyentes.
También habló una señora de su tío abuelo, sacerdote mártir, que en la familia siempre lo consideraron un santo.
Una profesora se encomendó al Espíritu Santo para hablar y nos contó sus impresiones y la necesidad de rezar más, también en el coche.
Una profesora se encomendó al Espíritu Santo para hablar y nos contó sus impresiones y la necesidad de rezar más, también en el coche.
Matrimonio de S.Cayetano |
Me parece muy bien que canonicen a los que murieron por la fe en Cristo. Y no comprendo qué pretenden los que mezclan la religión con la política. Decía mi abuelo paterno, al materno le conocí por morir antes de yo naciera, que de la religión no había que esperar nada material en este mundo, pues es una inversión a muy largo plazo.
ResponderEliminarAsí que no mezclar churras con merinas. Ya sé que la Iglesia no lo hace, pero no está de más recordarlo por si hay alguien despistado.