miércoles, 16 de octubre de 2013

Fraternidad y alegría en Tarragona


Un descanso en Vega del Valcarce







Asistí en Tarragona a la beatificación de 522 mártires de la persecución religiosa en España. Fui con otros  5 sacerdotes y en colaboración con la parroquia de San Miguel dos Agros que era la organizadora. También había un grupo de laicos.


estos cuatro eran parientes de uno de
los mártires beatificados











No fuimos muchos, a pesar del empeño de parte de la organización, y lo mismo pasó en otros lugares de España que tuvieron que suspender algún viaje. No obstante nos juntamos en Tarragona alrededor de 25.000 personas. Amén de un gran número de  sacerdotes, obispos y cardenales.


El viaje y la visita a las Edades del Hombre.

En el viaje de ida fuimos a ver en Arévalo la exposición Edades del Hombre, que consistía en un recorrido por el Credo a través de preciosas imágenes.


son  andaluzas pero viven en  Badalona.
 Estaban camino de El
Pilar
 Todo  muy bien explicado por una guía enterada de lo que hacía. A mí, personalmente, me quedó grabada la imagen de un Cristo yacente. Realismo en la pintura con materiales especiales, según nos explicaron. Inspiraba devoción y ganas de besar aquel cuerpo cubierto de llagas y causa de nuestra salvación. Era el “fue muerto y sepultado” del credo.


Camino de Lleida fuimos a comer al restaurante Galindo. Tuvieron la bonita idea de venir a esperarnos a la entrada de la ciudad para guiarnos hasta el hotel.
Por las calles de Arévalo
 Era el mismo dueño y director el que nos hizo ese servicio. También nos obsequió con unas botellas de cava.

una de las láminas de la exposición
de los mártires del S.XXI






atendiendo a la explicación de la Catedral







El sábado, víspera de la beatificación, fuimos a Tarragona a ver el lugar de la ceremonia,  un antiguo instituto. Luego arreglamos las credenciales y otros asuntos. Vimos  con un poco de prisa una exposición que había en el seminario, organizada por la obra Ayuda a la iglesia necesitada. Tenía distintos paneles con datos y fotografías de la persecución  a cristianos del  S. XXI, es decir, ahora mismo.

El día 14 fue la beatificación
Catedral


Fue en domingo. Había muchos voluntarios, gente joven. Asistieron muchos obispos, sacerdotes, religiosos. Destaco el ambiente de fraternidad y alegría que se palpaba en  todo el recinto.


En las horas anteriores a la San Misa leyeron algunas cartas de mártires a sus familias, despidiéndose de sus padres y hermanos y animándoles al perdón y a la esperanza del Cielo. Fue muy emocionante.


Me tocó de repartir la Sagrada Comunión,  que hice con mucho gusto, y se realizó con respeto al Señor y delicadeza al recoger  los copones para purificar.

El cardenal Ángelo Amato habló de la causa de la fortaleza de los mártires: la gracia de Dios, pues rezaban mucho, y la formación que recibieron también de cara al posible martirio.

Regresamos al magnífico hotel de Reus a las 3,30 de la tarde contentos y hambrientos. Desde luego  avisamos de nuestra tardanza.

Mons. Leonardo Lemos




La tarde era libre, pero la mayoría fuimos a contemplar la catedral de Tarragona en su estructura y en sus retablos. Una maravilla.

 Luego fuimos al anfiteatro en donde se ven los restos de una capilla dedicada a San Fructuoso , Augurio y Eulogio que allí, en ese escenario, recibieron el martirio siendo quemados vivos.

 Al fondo se veía un plácido y relajante mediterráneo que estaba en ese día como un plato. Nos acompañó el Sr. Obispo de Ourense.

El retorno a casa
El anfiteatro




El lunes día 14, regresamos a Santiago. Misa en el hotel y camino del Pilar de Zaragoza. Aún estaba la imagen de la Virgen en la plaza,  con millares de flores. Hermosísima.

 Entramos en la basílica y cada 
uno fue a ver lo que quiso. La santa Capilla estaba abarrotada de gente y se celebraba una Misa.

Ya estábamos en Zaragoza


 Me llamó la atención el silencio, pero también como a la Consagración nadie se arrodilló e incluso algunos siguieron haciendo fotos, como si tal cosa.
 Me vino a la cabeza la idea de que hay que explicar con calma la historia, el significado y qué hacer en ese momento central de la Misa.

Luego rumbo a casa. Merece destacarse los testimonios, sobre todo de los sacerdotes presentes, que se dieron en el coche mientras pasaban las horas. Fueron testimonios largos con precisiones históricas, teológicas y también  personales que hicieron las delicias de los oyentes.
También habló una señora de su tío abuelo, sacerdote mártir, que en la familia siempre lo consideraron un santo.
 Una profesora se encomendó al Espíritu Santo para hablar y nos contó sus impresiones y la necesidad de rezar más, también en el coche.


Matrimonio de S.Cayetano
Damos gracias a Dios por todo este cúmulo de gracias que hemos recibido, que nos dejaron muy reconfortados y con ganas de vivir  y mostrar nuestra fe con alegría.



1 comentario:

  1. Me parece muy bien que canonicen a los que murieron por la fe en Cristo. Y no comprendo qué pretenden los que mezclan la religión con la política. Decía mi abuelo paterno, al materno le conocí por morir antes de yo naciera, que de la religión no había que esperar nada material en este mundo, pues es una inversión a muy largo plazo.
    Así que no mezclar churras con merinas. Ya sé que la Iglesia no lo hace, pero no está de más recordarlo por si hay alguien despistado.

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