Había en Italia, en la TV, una costumbre de dar un pensamiento
para la tarde. Era una breve reflexión para hacer pensar, y hacía pensar.
Pues hoy también quiero dar un pensamiento que a mí me
pareció un pequeño descubrimiento.
icono que se guarda en S. Cayetano obra de Teresa Puy |
Se trata de la fe que aparece tantas veces en el Evangelio.
Se puede traducir por confianza. Así lo han traducido los obispos alemanes para
su Biblia oficial. Por tanto cuando decimos:
auméntame la fe, podemos traducir por
auméntame
la confianza. O Cuando Jesús le dice al centurión, no hallé
una fe tan grande en Israel, se
puede ver que encaja perfectamente decir: no
hallé una confianza tan grande en Israel. Y así en todas las ocasiones en
que sale en el Evangelio.
Pues bien, la confianza está relacionada con la filiación
divina o con la paternidad de Dios con respecto a mí. Si yo la tengo viva y
actualizada, eso lleva consigo
confianza. De tal manera que podríamos decir que a más filiación más fe, más
confianza. Si hay poca filiación, poca confianza. De ahí la importancia de
considerar cada día muchas veces nuestra filiación, para empaparnos de ese
sentimiento. Luego, mejoraremos en
nuestra fe.
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