domingo, 25 de mayo de 2014

La parroquia va de romería a la Virgen de la Fuente


Miguel y Magdalena
El sábado pasado salió de San Cayetano un buen grupo de hombres y mujeres, con flores, para visitar a la Virgen, en la ermita de la Virgen de la Fuente.
En todo momento reinó un ambiente de alegría. Se les veía a todos,  gozosos y con ganas de hablar y de rezar.

 Esta  capilla de la Virgen de la  Fuente es  de la parroquia de San Juan Apóstol y  está al lado de un riachuelo; tiene un atrio en piedra y una fuente con abundante agua. Suele tener una Misa los domingos.

La imagen de la Virgen del retablo no tiene nada que ver con la fuente. Es una angustia de madera policromada con Cristo en los brazos.

Los primeros en llegar
 Este tipo de "angustias"  abundan mucho en Santiago,  por ejemplo en la iglesia de San Fructuoso. Tiene a los lados a San Juan Bautista y a San José, también  en madera.

Fuimos desde San Cayetano hacia la parroquia de San Juan rezando el rosario y allí nos esperaba otro buen grupo de feligreses que hicieron esta romería cristiana por primera vez a esta  ermita.

En el porche de S. Juan,  con Antonio al frente.
También el recorrido desde S. Juan a la ermita fue rezando el rosario por calles bastante vacías ese día aunque nuestro gusto sería encontrar gente para darles ejemplo.


                                                                                                                                                                                    Ya en la capilla se depositaron las flores  en el altar y, con ellas, personas y preocupaciones.

Después una pequeña plática sobre el amor  de la Virgen a Jesús, que fue creciendo más y más en el continuo trato que tuvo con Él.

A continuación un rosario comentando los misterios, cantos y, al final,  el regalo de la Virgen: Abrimos el Nuevo Testamento y, por donde salió, leímos la carta a los Gálatas que hablaba sobre la fe.

El retablo
Luego  un tiempo breve de silencio para ver si la Virgen nos decía algo en nuestro interior.

 Una oración por los sacerdotes,  y,  un padrenuestro por la Srª Ermitas que cuidó esa capilla más de  40 años. Por sugerencia que hizo  una de las señoras presentes y que cumplimos con mucho gusto.




La fuente

La ermita

Virgen en piedra, S. XVIII




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