viernes, 10 de junio de 2016

Leonardo Carro Rodríguez, un cura que confiaba en la Providencia.




Falleció en la Coruña el 9.6.16.

Estaba de párroco en San Miguel Arcángel  de la Coruña,  desde 1976. Pasó por diversos encargos pastorales que aceptó viendo la mano de Dios tanto por lo que le decían sus compañeros como por un sentido de obediencia al Espíritu Santo.

Estuvo en Santa María de Oza de coadjutor en donde trabajó mucho en predicación y en atención a los jóvenes.

 Luego pasó a Aranga.  En este destino,  al principio le cayó mal, lo vio con tristeza, pero luego el cariño y las atenciones de la gente,  le conquistaron. Cuando tuvo que cambiar de nuevo para la Coruña hubo mucha emoción por parte de todos.

En la parroquia de S. Miguel Arcángel tuvo que hacer todo. Era una parroquia recién creada,  hecha de otras de alrededor y no tenía nada, sólo un territorio. Gracias a Dios aquí encontró gente estupenda que,  en sus palabras, le proporcionó el Espíritu Santo y que hicieron que funcionara la nueva parroquia. Ahí estuvo 40 años. La mayor parte de su vida.

Leonardo era paciente y sereno. Asistía siempre a las reuniones del curso y era amigo de escuchar las preocupaciones de los demás que compartía amablemente. Un gran sacerdote que fue fiel hasta el final como era su deseo ya desde el seminario.

El martes 14 a las 20,30 será el funeral en su parroquia de S. Miguel. Ya me encomiendo a su intercesión,  lo mismo que la labor en toda la diócesis.

Víctor M. Sánchez  Lado

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