viernes, 4 de noviembre de 2016

Todo tiene remedio



Hoy quedé sorprendido por la predicación de San Carlos Borromeo cuya fiesta celebramos y que se lee en  el ofico de  las horas. Me parece de mucha actualidad y aplicable no sólo a los sacerdotes sino a todos los fieles. Sólo pongo el comienzo pero  sigue con más cosas,  bien interesantes y prácticas
.

Todos somos débiles, lo admito, pero el Señor ha puesto en nuestras manos los medios con que poder ayudar fácilmente, si queremos, esta debilidad. 


Algún sacerdote querría tener aquella integridad de vida que sabe se le demanda, querría ser continente y vivir una vida angélica, como exige su condición, pero no piensa en emplear los medios requeridos para ello: ayunar, orar, evitar el trato con los malos y las familiaridades dañinas y peligrosas.

Algún otro se queja de que, cuando va a salmodiar o a celebrar la misa, al momento le acuden a la mente mil cosas que lo distraen de Dios; pero éste, antes de ir al coro o a celebrar la misa, ¿qué ha hecho en la sacristía, cómo se ha preparado, qué medios ha puesto en práctica para mantener la atención...


 Del sermón pronunciado por san Carlos Borromeo en el último sínodo
(Acta Ecclesiae Mediolanensis, Milán 1599, 1177-1178)

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