jueves, 21 de mayo de 2020

Historia de un andaluz en Santiago



Un joven andaluz, afincado en Santiago desde hace tiempo, se encontró que la pandemia le mantenía aislado y con algunas carencias como por ejemplo de recambio de ropa que  echaba mucho de menos.
 Tenía que vivir prácticamente de la Divina Providencia que mueve los corazones.

Como los comercios estaban cerrados y las instituciones caritativas funcionaban con limitaciones, no podía mudarse su ropa. Podía ducharse pero no podía  hacer el recambio de ropa.

Un señora se enteró y no dudó en coger ropa de su casa para darle: pantalón, camisa elegante y otras prendas. Le bastó enterarse y ya se dispuso a buscar y hacer esta obra buena.

Grande fue la alegría del andaluz al ver esta generosidad y él también se dispuso a ayudar en lo que se le pedía.

 Otro vecino le ofreció una cena caliente que fue de su gusto y que a todo el mundo le complace: unos huevos fritos con patatas fritas. Tanto le gustó que incluso le sacó una foto para enviársela a su familia. Para él fue un banquete.

Estos detalles nos ayudan a creer en la bondad de las personas y en Alguien que está detrás de todo y nos cuida , a través de los demás, pues Él es especialista en mover los corazones para el bien.

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