miércoles, 20 de mayo de 2020

Los padres siguen intercediendo



 Tengo un amigo que ya está jubilado y, como es normal a su edad, tiene varios achaques. Una tarde le pregunté qué tal le iba. Su respuesta fue “acudo a mis padres que ya están en el cielo, y les pido ayuda”. Dice que le da mucha confianza poner sus asuntos y peticiones en mano de los padres. 

Sé de alguien que acude a su madre, que era muy devota de S. Antonio, y cuando pierde algo le  dice que hable con S. Antonio    para que le encuentre lo perdido. Y no falla.

De hecho al llegar al cielo, incluso dentro del purgatorio, nuestros familiares no pierden la relación con nosotros y la tarea que Dios les encomendó en la tierra la siguen haciendo también, en la Vida eterna.

En una ocasión una persona que se estaba muriendo  preguntó al sacerdote si al otro lado,  la estarían  esperando. Es probable que allí estén nuestros familiares para cantar junto con nosotros el  Hosamna que, dicen, cantaremos al entrar en la gloria del Cielo. 

Hay una canción italiana titulada Nascosta rosa (Es la Virgen la rosa escondida) que dice que después del muro de la muerte está esperándonos la Virgen con una sonrisa. No en vano le hemos rezado tantas veces.

Los santos dicen que  todos los pobres que hemos  ayudado., vendrán a recibirnos y darnos las gracias.

Me alegró leer en el Evangelio,  cuando Jesús  está en los últimos días en la tierra,  antes de la Ascensión a los cielos,  y  dice a los apóstoles que no teman que volverá y los llevará con Él. Será nuestro guía y no nos dejará solos.

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