Tuvimos una reunión de jóvenes - la tenemos todos los meses en la parroquia- y después de adorar un rato al Santísimo Sacramento, solemnemente expuesto sobre el altar, fuimos a una sala en donde escuchamos testimonios de encuentro con Dios.
Pues bien, una joven dio su hermoso testimonio desde el agnosticismo a la fe y al encuentro con Jesús en la oración. Fue un corto recorrido a través de circunstancias que parecían no le iban a llevar a buen puerto ( testigos de Jehová, libro de Mormón etc.) pero Dios a veces se vale de caminos extraños para acercar a las almas a El.
Ella estaba encantada con Jesús, su gran amor, y le parecía que ya no le hacía falta nada más. Pero un día en la oración oyó que Jesús le decía: Vete a Mi Madre, busca a María y encuéntrate con ella. Ella entendió que Jesús veía como beneficioso para ella, el ir a María y quererla , y que la quería católica (los católicos tenemos una gran amor a María la criatura más amada por Dios) tal como había sido desde niña aunque luego se abandonase.
Quizá sea una buena decisión en este mes de Mayo: ir a María y ella nos dará a Jesús de un modo pleno y fácil. El encuentro con María termina en un encuentro magnífico con Jesús. Cuanto más mariano, más cristiano.
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