jueves, 25 de junio de 2015

Saber dar




Un joven  que busca trabajo pero no lo encuentra, vino a la parroquia a pedir una ayuda como hizo en otras ocasiones. Me contó que había dormido en un cajero de un banco como casi siempre. Yo creo que ya se olvidó de lo que es una cama.
Debió de dormir bien con un sueño profundo, pues alguien entró en el cajero y no se dio cuenta.

A la mañana cuando despertó se encontró con una ración de pizza,  envuelta en papel albal y una nota escrita.

Esta nota  decía: “que te aproveche la pizza y busca en el zapato que encontrarás una ayuda que te dejo”.
En el zapato tenía 5 euros.

El joven no supo quién fue el donante pues no se enteró de su presencia momentánea, tal vez para sacar dinero.

Fue un buen modo de dar sin hacerlo pesar y dando al mismo tiempo alegría, pues la sorpresa también forma parte del dar ya que comunica alegría.
Desde luego, el dar refunfuñando, devalúa el donativo y no es ecológico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario