jueves, 23 de febrero de 2017

Antonio Iglesias Duro, párroco emérito de Carcacía



Era párroco emérito de Carcacía,  su tierra natal. Falleció en la casa sacerdotal. El 22-2-2017. Había nacido en Carcacía el 30-3-1934, y se ordenó sacerdote el 25-3-1958. Estuvo  en Guimarey, cerca de la Estrada, y en Monfero, también sirvió como capellán militar y ya últimamente estuvo en Carcacía.

Fue  muy querido en todas las parroquias, no sólo por su labor sacerdotal sino por todo tipo de iniciativas que mejoraban el bienestar de sus feligreses, como nuevas carreteras, incluso un puente. Las autoridades competentes le escuchaban con agrado y atendían esas necesidades que el razonaba oportunamente.

Carcacía
Se dio a conocer en muchos lugares del contorno a través de un programa de radio semanal que a pesar de la hora intempestiva, llegaba a mucha gente. Algunos de los que le escucharon se acercaron a Carcacía para conocerle o para plantearle algún problema.

En las reuniones de clero hablaba con libertad y daba a conocer su punto de vista sobre las cuestiones que se debatían.

Se le podía ver en la Casa Sacerdotal, ya emérito, y era conocido porque  a todos, aunque rondasen los 100 años,  les llamaba “joven”. Las empleadas lloraron con desconsuelo pues se hacía querer.

Rectoral
Predicó en la Primera Misa del que esto escribe,  el 30-8-1960 en San Julián de Sales , en cuya predicación agradeció la formación que nos había dado el seminario, entre otras muchas reflexiones sacerdotales.

Le fui a ver a la Casa sacerdotal en varias ocasiones  y en  la última le pedí una bendición. Me dio tres  bendiciones, la del Padre, la del Hijo y la del Espíritu Santo, eso sí,  sin hablar, sólo con la mano. Es el último recuerdo que me queda de él.

Fui al tanatorio, no tenía familiares pues no tiene  familia cercana, en cambio estaban feligreses de su última parroquia  que se turnaban. Había también coronas de flores de esas parroquias y los que estaban allí contaban anécdotas de sus actuaciones personales.
La iglesia se llenó de  gente que silenciosa seguía la ceremonia. Estaba el Sr.Arzobispo y más de 30 sacerdotes  y una coral  acompañó toda la Misa.

retablo del presbiterio

El Sr arzobispo dijo en la homilía que la muerte es un sobresalto pero no una  caída en el vacío.  Hay  que morir en Jesús tratando de vivir cada dia conformándose  con Cristo. Dijo de D. Antonio que fue un pastor  bueno, vigilante y olvidado de sí mismo.

Que descanse  en paz y pida por todos nosotros

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