lunes, 24 de abril de 2017

El tirón de Fátima




Un buen grupo de peregrinos estuvimos en Fátima el 22 y 23 de abril. Visitamos en primer lugar Aljustrel en donde había numerosos grupos, yendo y viniendo. Algunos rezando el rosario en voz alta mientras caminaban al lugar de las apariciones del ángel o de la Virgen en agosto.

El pozo, visión del Angel
Había cierta soledad, pero acompañada.

Luego misa en español en la capeliña. Concelebraban un buen grupo de sacerdotes y también asistieron seminaristas. Éramos de diversos lugares de España.

Nosotros  fuimos citados como grupo de  inmigrantes de Santiago de Compostela. También estaba  la Efa de Arzúa con sus alumnas y amigas. Ya se nota el ambiente del Año Mariano y de la próxima visita del Papa pues  eran muchos los peregrinos incluso de India y paises lejanos.

Luego cena y rosario con procesión de antorchas. Cuando comenzó la procesión se llenó  la plaza de gente con sus velas encendidas. No se sabe de dónde salían, pero allí aparecieron miles de peregrinos. Hubo cantos, muchos cantos y la Virgen paseándose por medio de la multitud acompañada de sacerdotes con el alba y la estola blancas.

Una casa con historia
La procesión no es lo mismo verla que entrar en ella, y yo  con un amigo  entré en la procesión y me uní a los cantos. Al estar de vuelta cerca del monumento al Corazón de Jesús nos pusimos a un lado dejando pasar la procesión. Estaba allí  un matrimonio que también esperó el paso de la Virgen. 

Cuando ésta se puso a nuestra a altura la señora se puso a sollozar que no paraba, tanta fue la impresión que le produjo el  paso de la Virgen, y cuantos serían los sentimientos de ambos  corazones, del corazón de la Virgen y el  de aquella señora.

Luego fuimos un rato largo a la Laus peremnis en  donde está el Santísimo  expuesto las 24  horas y allí encomendé muchas necesidades al Señor,  convencido de que no caían en saco roto. En ese momento de la noche seríamos unas 30 personas y se respiraba silencio y  paz.

El Señor está en una “custodia “,  pobre y sin adornos. Había, eso sí,   flores,  velas y mucha luz.
Al día siguiente, domingo, Misa en el mismo hotel para el grupo y luego tiempo libre. Varios fuimos a ver el museo de cera.

Museo de cera, milagro del sol
El regreso a casa fue gozoso. Los peregrinos pudieron contar su experiencia de Fátima  y  de amor a María y algunos de los toques que Jesús les dio. Se cumple lo que dice el Evangelio de los Reyes magos que después de estar en Belén con  Jesús, José y María, vuelven por otro camino,  como les indicó  el ángel. ASI DIJO ALGUNO,  QUE SU VIDA HABÍA CAMBIADO. Volvía por otro camino.

¿Propósitos de mejora?.- sin duda, nadie quedó indiferente en la casa de la Madre. Y Ella sabe  los caminos de nuestra conversión.


Un trozo del muro de Berlín

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