martes, 23 de mayo de 2017

El árbol tirado




No se trata de un árbol caído, sino que un coche se enzarzó en sus ramas y lo  rajó, quedando tirado. Como dice un amigo mio en un castellano que no está recogido en los diccionarios, quedó esmangoletado.Luego los empleados de  parques y jardines lo remataron. 

Asi era nuestro árbol
Fue en el parque de S. Cayetano.  La  nota de defunción la dio el Correo gallego pues puso la noticia en sus páginas.  El  velatorio se lo hicieron algunos vecinos que estaban  detrás del difunto en unos bancos cercanos, quizá comentando las virtudes del difunto.

Murió en el silencio y los demás árboles no dijeron nada, alguno  tiró unas pocas hojas verdes al suelo,  quizá  en señal de duelo y otros,  al otro lado de la calzada,  están llorando.

 Son  sauces llorones que tienen por oficio y naturaleza compadecerse y llorar. Flores no he visto, tal vez ya no se estila entre los hermanos árboles ese detalle.

Este árbol seguramente vio pasar por delante a Franco pues  es de los años 70, y le defendía de posibles atentados, eso decían,  pues tapaba  muy bien la carretera. También   vio pasar a dos Papas, Juan Pablo II y Benedicto XVI y a muchos  peregrinos que van  y vienen  por esas aceras.

Al lado de la carretera, el velatorio.
Benedicto XVI hizo una afirmación audaz pues dijo que los árboles son Palabra de Dios. Desde luego son hechura de Dios y a Él le gustan y para nosotros son muy provechosos. Y también a su manera nos hablan.
De los árboles nos vienen muchos  bienes, son una bendición:
 De su madera se hacen los bancos y los armarios y otros muebles.  En  algunos sitios se cuece el pan con su madera o se calienta la casa cuando se queman en las lareiras o estufas. También nos dan su sombra y nos alegran con su belleza y nos hablan de un Dios que  piensa en todo para nuestro bien.

Esto nos plantea a nosotros  si también  somos una bendición.Si de nosotros  surgen muchos  bienes para los que nos rodean o nos conocen. Si hablamos de Dios,  al menos con nuestras obras. Hay que dejar lo que nos inhibe,  el ego, y ya  no vivir para nosotros mismos sino para los demás.

Árbol del parque, gracias por tus servicios prestados .

No hay comentarios:

Publicar un comentario