sábado, 10 de marzo de 2018

24 horas de adoración. Experiencia en San Juan Apóstol




Empezamos el viernes a las 4 de la tarde. Habíamos hecho carteles y enviado Watsapp en dos ocasiones y luego la foto del altar con el expuesto.

A la primera hora éramos tres personas. Luego fueron llegando más y les expliqué que venían para hablar con Jesús, contarle muchas cosas. También escucharle porque seguramente tendría algo que decir.

Antes de la misa y  también en la Misa hubo un lleno de gente que venían con la intención de adorar. Eran no sólo de San Juan sino también de otras parroquias e incluso de fuera de Santiago.
Pero desde luego, muchos feligreses del barrio.
Luego hubo grupos invitados previamente,  como la Adoración Nocturna, Legión de María y Marias de los sagrarios.

A las horas de la madrugada vinieron a título individual, varios matrimonios de catecúmenos y otros con hijos jóvenes que estuvieron sus buenas dos horas. También los pp. Somascos con sus chicos  Era emocionante ver a 15 o más personas ante el Señor en silencio de oración y que vinieron a pesar del temporal de lluvia y viento.

A la mañana me quedé solo, mano a mano, con el Señor. Hubo   un tiempo de soledad y parecía que ya no vendrían más, pero fueron goteando hasta formarse un grupo de gente mayor y algún joven.
Observando a la gente, que conocía a casi todos, he visto que vienen a acompañar al Señor sus  verdaderos amigos. No vi a los que van a actos puntuales pero que, podíamos decir,  no son verdaderos discípulos y amigos. Se perdió el buen hábito de la visita al Sº Sacramento, quizá por estar las iglesias cerradas o por poca fe, pero hay que recuperar ese hábito adaptándose a los horarios de las parroquias.

Los comentarios de los que vinieron fueron muy positivos:
 Me quedé un buen rato. Gracias. Los tiempos son recios. A pesar del temporal nos está esperando.
 Hola,  hicimos adoración de 3 hasta las 5 de la madrugada, vino el P. Dorado y muy bien, estamos muy contentos.
 He pasado a visitarlo de noche de 1,40 a 2,40, éramos 8 personas, el viento y la lluvia arreciaban fuera, pero dentro con el Señor, habitaba la calma y el silencio.
 Tuve los niños y no pude asistir pero quiero seguir colaborando, por lo que me sentí muy contento de que me siguiera teniendo presente.

 Muy bien, muchas felicidades por la iniciativa.

 Aprovecho para pedirte oraciones por el curso de retiro que estoy predicando,

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