lunes, 11 de marzo de 2019

Sobre el sacramento del MATRIMONIO


CAPITULO I : AQUÍ ESTAMOS ANTE EL PARROCO : NOS QUEREMOS CASAR.

Así comienzan muchos cuando llegan junto al párroco con intención de prepararlo todo para el matrimonio.

La disposición, en principio, es buena : quieren casarse por la iglesia, por eso acuden al párroco, y tienen la idea de que van a realizar algo importante. A partir de ahí, las situaciones pueden llegar a ser muy variadas, aunque con ciertas coincidencias.
Cuando unos jóvenes llegan  a la parroquia pidiendo casarse por la Iglesia suelen decir, después de los saludos de rigor, que no quieren demasiado papeleo, ¿para qué ?. Luego, en la conversación, cuando se les hace el expediente matrimonial, es una constante su afirmación de que se sienten total y absolutamente libres y que ya saben todo lo que hay que saber en estos casos. Muchos de ellos hace años que no van a Misa (casi siempre por dejadez o comodidad y no por razones de falta de fe), y están convencidos de que no tienen pecados, estando solamente dispuestos a confesarse directamente con Dios (sin la mediación del sacerdote).

Respecto a los hijos, tienen la idea de que van a tener alguno, pero más adelante, y desde luego, no les interesa una familia numerosa como las de sus antepasados. Aunque también en esto hay excepciones. Están algunos,  abiertos a la vida y aceptan con ilusión  los planes de Dios. Esos son, los que contrarestan la sequía demográfica.

Con relación al futuro, piensan que, si les va mal, no van a aguantar toda la vida con alguien a quien no quieren, y por tanto, llegado el caso, se separan o se divorcian y asunto concluido. No piensanen soluciones, que las hay.

Sus ideas respecto al amor, en muchos casos, están bañadas de egoísmo (me gusta, me cae bien, me realizo, me siento a gusto...), aunque eso no quiere decir que no sean capaces de realizar grandes sacrificios por su pareja.

Aunque dicen conocer bien los entresijos del amor, no sabrían explicar lo que es un amor cristiano, y carecen de la “sabiduría” necesaria para comprender lo que significa querer, puesto que nadie se lo ha enseñado, y me atrevo a decir que, si se les preguntasen los mandamientos o qué cosas hay que considerar en la sagrada Eucaristía, no sabrían salir airosos.

Sus ideas respecto a la verdad del matrimonio son muy simples: estar juntos y quererse. De la boda parece que sólo les interesa el adorno de la iglesia y las fotos, que la homilía sea breve, y que se acaben pronto todos estos “rollos” que no entienden demasiado o que quizá no intentan comprender.

No obstante, una vez me encontré  con una novia que me  dijo días antes de la boda que durante la Misa fuera despacio que quería saborearla bien…así da gusto celebrar una boda.

Toda esta situación parece que exige el que se les facilite una respuesta, y que se les aclare algunas ideas.

Gracias a Dios, las cosas no son siempre así, y hay muchos jóvenes que tienen un gran deseo de formarse más, y que consideran el matrimonio como un gran ideal que quieren incorporar a sus planes de futuro, y por el que están dispuestos a sacrificarse y a hacer lo que sea necesario para sacarlo adelante.

Intentaremos ahora, tras esta pequeña exposición de los diferentes  “problemas” e interrogantes que plantea el matrimonio, resolver algunos de ellos:

1.   ¿Por qué tenemos que hacer tanto papeleo para poder contraer matrimonio ?.

En principio, porque es para saber bien qué es lo que queréis. Vosotros podréis hacer siempre lo que queráis, pero hay que aclararlo antes, para ver si eso que pedís lo podéis encontrar en el matrimonio católico o por el contrario tendríais que buscar otro camino.

2.   “Nosotros ya sabemos todo lo que hay que saber: no necesitamos ir a los cursillos matrimoniales”.

De entrada parece un poco vanidosa esa actitud, pero quizá tenga algo de verdad, puesto que lo que se refiere a la procreación le resulta tan fácil a la naturaleza que, efectivamente, no necesita explicaciones, y tampoco es una especial valentía el conocerlo, pues, no sólo los pueblos más atrasados lo entienden, sino que los mismos animales lo realizan a la perfección. Con todo, hay que reconocer que, en el hombre, el hecho de procrear implica una decisión y una entrega personales que no están presentes en el caso animal.
Ahora hay mas interés por los cursillos que hace años. Quieren saber mas  y escuchar a gente que sabe o ha estudiado y los cursillos  abren nuevos horizontes que vale la pena conocer.

(continuará)

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