Me avisaron en una ocasión para darle la unción de enfermos a una persona con alzheimer. Fue uno de la familia quien me dijo si podía dársela. Me advirtió que otros familiares decían que, como no se daba cuenta, no valía la pena.
En estas posturas hay algo de verdad en cada una. Pues el que quiere que se reciba dándose cuenta tiene la razón en el sentido de que a ser posible los sacramentos que comunican la vida de Cristo hay que recibirlos dándose cuenta, con conciencia de lo que hacemos, para que sean más fructuosos. En una ocasión le di la unción a una persona bastante sorda y me decía un familiar: no le grite, que a lo mejor oye. Yo le dije, pues es bueno que oiga y se dé cuenta, es como más humano.
Pero la otra postura de darle un sacramento aunque no se dé cuenta por enfermedad o porque es un niño como en el caso del bautismo, también es humana pues tanto a un niño como al enfermo de alzheimer, se le lava, se le viste, se le tiene a una buena temperatura o se le da de comer aunque no se enteren, pero nosotros sabemos que les viene bien y les sirve. Por eso soy de la opinión que al enfermo de alzheimer se le debe dar la Unción de enfermos que le une a la pasión de Cristo, le conforta y le limpia de los pecados que no sabe si tiene.
Sin embargo otros sacramentos tienen otras características que exigen por tanto otro comportamiento.
Eh aquí unas palabras del Papa Benedicto XVI
El Santo Padre asegura que el sacramento de la Unción de los Enfermos no debe considerarse "un sacramento menor" respecto a los otros y merece "mayor atención", tanto "en la reflexión teológica como en la acción pastoral con los enfermos".
El Papa recuerda que de la lectura de los Evangelios se desprende que Jesús tuvo una atención especial hacia los enfermos y que instituyó para ellos un sacramento específico: La Unción de los Enfermos, ya existente en las primeras comunidades cristianas. El Obispo de Roma subraya que para recibir dicho sacramento no debe esperarse "a cuando el enfermo esté al final de la vida".
El tema de este mensaje para la XX Jornada Mundial del Enfermo -"¡Levántate y anda, tu fe te ha salvado!"- está también relacionado con el próximo "Año de la Fe", que comenzará el 11 de octubre de 2012, "una ocasión propicia y preciosa para redescubrir la fuerza y la belleza de la fe", afirma.
El Papa desea "animar a los enfermos y a los que sufren a encontrar siempre una seguridad en la fe, alimentada por la palabra de Dios, por la oración personal y por los sacramentos",
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