viernes, 5 de abril de 2013

Seminaristas del Bidasoa en San Cayetano



Dos seminaristas del Seminario internacional  Bidasoa , estuvieron en la Semana Santa en S. Cayetano,  ayudando en la parroquia en diversos campos desde informática hasta la liturgia de esos días. Fueron Luciano Franquim del Brasil, estudiante de filosofía y
Así quedó la Cruz adornada con  "carrouchas"
que fuimos a buscar al monte.
ctor Manuel Martínez de El Salvador, estudiante del último curso de teología.


Fueron muy  bien acogidos en la parroquia como se demostró el día de la despedida en que muchas personas fueron a agradecerles su estancia aquí entre nosotros.

Dedicamos el Sábado Santo, como ya es tradicional, a hacer una excursión para descansar un poco y  disfrutar del verde de esta tierra. Fuimos a la ciudad de Pontevedra, visitando la llamada  Casa de la Virgen en donde vivió por un tiempo sor Lucia la vidente de Fátima.

Víctor Manuel ensayando en el órgano
 Allí hay recuerdos de la aparición del Niño Jesús y de una aparición de la Ssª.  Virgen haciendo la promesa de los  cinco primeros sábados de mes pidiendo desagravio por las ofensas al inmaculado Corazón de María.
También vimos el museo de Pontevedra en la Praza da Leña, uno de los mejor dotados de la península, según nos explicaron allí. Tenemos que destacar que vimos  bastantes familias con sus niños visitando las distintas estancias de dicho museo y así aficionándoles a la contemplación del arte.

El miércoles víspera de marcharse para Pamplona, fuimos por la mañana a Muros. En el camino encontramos a un veterano sacerdote que nos invitó a café y con quien departimos alegremente. En Muros acompañamos a otro sacerdote, emérito, al que los chicos contaron anécdotas y a quienes animó a ser fieles al sacerdocio que “vale la pena”.
así estaba el altar y retablo de  la parroquia

Naturalmente, estando en Compostela vieron la catedral  con sus museos; rezaron,  en la cripta,  ante las reliquias del Apóstol Santiago, vieron el botafumeiro funcionando y visitaron el magnífico museo de San Martín Pinario, con sus retablos barrocos impresionantes,  todo digno de ser visto por un visitante que se precie.

El día de ir a Pontevedra estaba anunciado que sería un día de lluvia y. efectivamente,  amaneció un día hosco, pero le habíamos rezado a la Madre Antonia de Jesús, carmelita, en proceso de beatificación y los chicos, con gran confianza, salieron de casa sin paraguas, y fueron agraciados con el favor pues  poco a  poco fue clareando la mañana y luego estuvo un día de sol maravilloso.

Luciano a la hora del desayuno

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