domingo, 30 de agosto de 2015

La misericordia clave del Evangelio y de la vida cristiana




En el primer ángelus del papa Francisco,  habló  brevemente de este libro. Le venía bien para el comentario que estaba haciendo sobre la mujer adúltera, hizo ese comentario  y dijo que la lectura de este libro le había ayudado mucho personalmente.
Virgen desatanudos


Se ve que el teólogo y cardenal Kasper, autor de este comentario sobre la misericordia, olía ya la importancia de la misericordia bien entendida y de este año que iba a venir para toda la cristiandad.

Dice el autor que hay que anunciar de forma nueva la misericordia de Dios y recuerda como Juan XXIII habló de la medicina de la misericordia. También recuerda como Juan Pablo II consagra el mundo a la divina misericordia el 17 de agosto del año 2002.
 Es un tema fundamental en el S.XXI como respuesta a los signos de los tiempos y es un mensaje de confianza y esperanza.

Analiza el nombre de Dios “soy el que soy” y dice que esa es la interpretación griega, pero que en lenguaje original  se dice “yo soy el que está ahí”. Estoy junto a vosotros y con vosotros en vuestra aflicción y en vuestro camino.

W. Kasper

Le da muchas vueltas a esta idea explicando también el por vosotros de las palabras de la eucaristía. Llega a decir que el perdón forma parte de la esencia de Dios y el verdadero milagro no  es la concepción virginal, lo asombroso es la venida de Dios al mundo, la encarnación. Hay un Dios que se muestra enamorado del hombre.

 Concluye con estos pensamientos reconfortantes: en cualquier situación humana, aunque parezca que no tiene salida, tanto en la vida como en la muerte somos acogidos, sostenidos y amados por Dios.

¿Qué podemos esperar? Trata de responder a esta pregunta (pg.105) desde la razón y desde la Biblia y se esfuerza en  conjugar la voluntad salvífica de Dios y la libertad  y responsabilidad del hombre.

Hay un tema que le dedica unas consideraciones y que se contiene  en esta pregunta: ¿Dios sufre con nosotros? Le dedica varias páginas que es preciso leer y al final se apoya en la carta a los hebreos que da luz sobre el tema.
Acude a la ayuda de la carta a los hebreos en donde dice que tenemos un sumo sacerdote (Cristo) que puede identificarse con nuestra debilidad. En toda situación por muy apurada y sin salida que parezca, podemos estar seguros que Dios se halla a nuestro lado y con nosotros y que todo concurre para el bien de los que aman a Dios (pg. 128).

Pone también a santos que vivieron especialmente la misericordia, la caritas cristiana: el diácono Lorenzo, Martín de Tours, Nicolás de Mira, Isabel de Turingia, Camilo de Lelis, Vicente de Paul y Teresa de Calcuta.

Habla también del sacramento de la Misericordia que es la Penitencia del que afirma que hay que tomarlo como lo que es, una gracia. Ningún sicólogo puede decir tus pecados quedan  perdonados, pero el sacerdote sí
Papa Francisco confesándose en S. Pedro
Dedica unas consideraciones a explicar la “gracia barata”: Cuando rebajamos las exigencias,  por una falsa compasión.

Hay un capítulo dedicado a María como instrumento de la compasión de Dios y modelo para la Iglesia . Recorre la liturgia y muchas advocaciones  marianas como la Virgen de los nudos o la del Perpetuo Socorro o la Salus Populi romani y tantas otras que expresan  como es la misericordia activa de  Cristo y los cristianos. 

Explica como la Piedad representa a María como madre de todos los sufrientes, atormentados y necesitados de consuelo.

Salen otros muchos temas tratados con altura teológica y por eso este libro es para personas con conocimientos básicos, al menos, pero, desde luego, es muy aprovechable.


Autor de este libro:
 

Walter Kasper
Sal Terrae 2012 ( 3ª edic.)




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