"No os habéis equivocado"

El domingo 02 de agosto dimos por clausurada la exposición de este año, el cual estuvo dedicada a la Familia.

 Dio inicio el domingo 29 de junio después de Misa de 12:00, con una pequeña procesión alrededor de la Iglesia de San Cayetano; al llegar al lugar de la exposición, Don Víctor, el Párroco, hizo la bendición de la exposición y dio un breve mensaje sobre el tema de la exposición, e invitó a visitar la exposición. 

Como es tradición, Don Víctor fue el primero en explicar la exposición a los presentes en la inauguración, los demás días, con ayuda de Don Víctor, sería el encargado de explicar la Exposición a todo aquel que la visitará. La exposición la abríamos por la mañana, de 12:00 a 14:00, y por la tarde de 17:00 a 19:30. 

¿Cuál era el objetivo de la exposición? Pues, lo primero era decir a los esposos sobre el gran don que el Señor les ha regalado uniéndoles en Santo Matrimonio, y llamándoles a formar una familia santa; todo esto, tratamos de darlo a conocer a todos los que visitaron la exposición con el lema: “No os habéis equivocado”, y creo que lo logramos. 

Lo segundo era mostrar, en sí, cuál es la belleza del matrimonio y las diferentes etapas que se viven en la vida ordinaria del Matrimonio, para esto nos basamos de algunas escenas bíblicas, específicamente de la Sagrada Familia de Nazareth: La Anunciación (Representada en una Maqueta), La Visitación de la Virgen a Santa Isabel  y Santa Ana junto con la Virgen (Representadas en una Talla del S.XVIII de la Parroquia “La Esclavitud), La Huida a Egipto y El Taller de José (Representadas en una Maqueta); y de algunos pasajes evangélicos: La Parábola del Buen Samaritano, El Pozo de Jacob y la Crucifixión (Representados en Iconos)  y la imagen de la Santísima Trinidad de la Capilla de las Ánimas.

 También utilizamos los ejemplos de vida matrimonial de algunos Santos: Aquila y Priscila; Beatos Luis y Celia, padres de Santa Teresita del Niño Jesús; Beatos Luigi y María Beltrame Quattrocchi; Beato Carlos de Austria y Zita de Borbón-Parma, Emperadores de Austria y Reyes de Hungría; Santa Gianna Beretta y Pietro Molla; Beata Paula Gambara de Costa; entre otros santos…

Durante la exposición tuvimos varias visitas de personas de la parroquia y también de algunos invitados, del cual resalto algunas anécdotas: 

“El miércoles 8 de julio, por la tarde tuvimos la visita del Señor Arzobispo de Santiago: Don Julián, nos cayó de sorpresa ya que no avisó que vendría, pero venia muy dispuesto a ver la exposición; le recibí y le expliqué de que se trataba la exposición, al final dio una gran simpatía por los iconos que teníamos y pude tomarle una foto para el recuerdo con don Ricardo, el sacristán de la Parroquia. Marcho muy contento y nos agradeció por el trabajo pastoral que hacemos a la diócesis con este tipo de exposiciones” 

La huida a Egipto

“Un sábado por la tarde, esperando que viniesen unos novios que se encontraban haciendo un curso pre-matrimonial muy cerca de la parroquia; pasó un chico argentino que había hecho el Camino de Santiago y que ya marchaba para su país y decidió pasar a ver la exposición, ya que le había llamado la atención el panel que teníamos afuera que anunciaba la exposición.

 Al entrar mostró  mucho interés por ver lo que había, le saludé y me presenté y comencé a hablarle sobre la exposición, al final le pregunté qué fue lo que más le había gustado, y me contestó: la vida de los santos.

 Luego me dijo que mientras hacia el Camino de Santiago había tomado la decisión de casarse con su novia; entonces le animé a que siguiera adelante con esa maravillosa decisión y que confiara en el Señor”.

“Visitamos a las Madres Carmelitas de Santiago para explicarles la exposición, nos recibieron con gran alegría y prestaron mucha atención en la explicación, conocían a muchos de los santos matrimonios que utilizamos en la exposición, fue una experiencia muy agradable y a la vez muy bonita compartir un rato con las madres carmelitas ya que desde su clausura rezan por las vocaciones, en especial por los seminaristas. Al final, me sentí muy contento y fortalecido en mi vocación”.

Luis Enrique Valle
Seminarista de el Salvador