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| iglesia de los franciscanos |
En los franciscanos de Ponteareas tuvo lugar los días 23 y 24
el congreso anual de oficiales de la Legión de María.
Organizaba este congreso la Curia de Vigo y estaban
legionarios de Santiago, Lugo, Orense y el mismo Vigo.
Salieron cuestiones todas relacionadas con la Legión y su
vida y apostolado.
Una conferenciante dijo que María podría decir yo soy
apostolado, tal como dijo Yo soy la
Inmaculada Concepción. Eso hemos de tratar de imitar.
Se insistió mucho en la absoluta necesidad de la oración que
transforma el corazón del que ora y abre puertas. Si está bien hecha nos hace apostólicos.
El sistema de formación de la Legión es de maestro y
aprendiz, y así viendo como hacen los veteranos aprenden los más
jóvenes. Esta manera de aprender se ha
mostrado muy eficaz y se sigue haciendo con gran provecho.
No se opone la Legión a asistir a conferencias, pues de hecho ahí en
el congreso escuchamos conferencias. Ahora en que hay tantos interrogantes que
requieren respuesta, es más necesario el
estudio de las cuestiones que se debaten entre
nuestros contemporáneos y darles una respuesta adecuada.
Luego salieron otras muchas ideas: la Legión, decía un conferenciante,
exige una práctica fiel. No se han de abandonar a los que se van. Hay que cuidar de los
auxiliares dándoles formación y comunicándoles
cómo va la labor y distintas actividades, para que se entusiasmen en sus peticiones. Sin
ellos, no hay auténtica Legión de María.
Los trabajos decía otro conferenciante han de ser de
evangelización que el mundo necesita. Intensos, con Jesús y María. No
contentarse con trabajitos, comodos, rápidos y gratificantes.
El fuego no está apagado, decía uno de los ponentes, pero nos falta más fuego.
Hay que
realizar obras más grandes o acaso ¿nos falta fe?.
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