jueves, 16 de enero de 2020

II DOMINGO DEL T.O. Cicl A.: Jn 1,29-34


                                                 19/Enero/2020

Carta a mis familiares y amigos:
En este Evangelio, que es de san Juan, Juan Bautista no se presenta como Precursor, sino como Testigo, diciendo:
 "Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo... Sigue la temática del Bautismo de Señor también en la liturgia de hoy.

¿Cómo quita el pecado del mundo?- La palabra griega significa: quitar, tomar, hacer desaparecer, llevar a lo alto, esfumar...Con Isaías 53, 7 diríamos: quitándole de en medio con opresión e injusta sentencia y que evoca al siervo de Yahvé de que nos habla la 1ª lectura de hoy. (Isaìas,49, 3.5-6).

1º.-No es por lo tanto un "Cordero" más, sino que está íntimamente ligado a Dios.(cfr. Lev 9,1-4); no es como los "corderos" del Antiguo Testamento que sacrificaban los sacerdotes, al menos de año en año, en las "expiaciones" por los pecados del pueblo. Ni como el cordero familiar de los primogénitos a la salida de Israel de Egipto, pintando con sangre las puertas en señal de protección. Ni como cuando Samuel ofreció un cordero en holocausto  frente al peligro de los Filisteos (1 Sam 7,8-9).

Aquí el evangelista presenta a Aquel que va a ser bautizado por Juan El Bautista, como el que va a expiar los pecados del mundo de una vez por todas y para siempre. Y además el evangelista recoge el testimonio del Bautista diciendo que no le conocía. Le reconoció cuando vio al Espíritu en forma de paloma que bajaba sobre Él. (Teofanía). Por tanto,  por algo sobrenatural (El Espíritu Santo). En arameo "cordero" y "siervo" dicen ser de la misma raíz. Su cuerpo y sangre han sido "donados" a la humanidad entera. Esto es para pensarlo bien.

2º.-Otro aspecto  a tener en cuenta es el "concepto de mundo": ¿Verdadero o falso?..."Mundo, mundo...en que te fundas", repetía un condiscípulo mío, que murió en América.

EL MUNDO VERDADERO es el que Dios ha creado y nos lo entregó al hombre para que participáramos en su orden y perfección. En este mes el Papa nos pide que recemos por la paz en el mundo: "El respeto y el desarrollo de la vida humana exigen la paz. La paz no es sólo ausencia de guerra y no se limita a asegurar el equilibrio de fuerzas adversas.

 La paz no puede alcanzarse en la tierra, sin la salvaguardia de los bienes de las personas, la libre comunicación entre los seres humanos, el respeto de la dignidad de las personas y de los pueblos, la práctica asidua de la fraternidad. Es la "tranquilidad en el orden"(san Agustín). Es obra de la justicia y de la caridad". (CEC 2304)...

Cristo es el "Príncipe de la Paz" mesiánica. Por la sangre de su cruz, "dio muerte al odio en su carne", reconcilió con Dios a los hombres e hizo de su Iglesia el sacramento de la unidad del género humano y de su unión con Dios. "El es nuestra paz" (catecismo de la  Iglesia Católica. n.2305).

EL FALSO MUNDO, equivaldría a una mentalidad cerrada, autosuficiente, que rechazase la vida y la luz, proponiendo, por ejemplo, la propia vida personal, conceptual o mi idea o pensamiento, familiar ó de grupo... como la luz verdadera. Así se crearía un "mundo cambiante" e "inestable", que se iría oponiendo continuamente a Dios que es la Verdad y a la Luz: "Yo soy el Camino  la Verdad y la Vida". No entiendo yo como se pueda dar orden y paz entre los hombres -sabiendo como somos- sin contar con la ley natural y en definitiva con Dios, que nos ayude a regular nuestra vida. Sería sólo un mundo intraterreno y no trascendente. Pensémoslo una vez más,  en orden a la vida eterna.                                                                                                                                                                                             
                                                      
Por lo tanto, Jesús quita el pecado del mundo, haciéndose pecado (2 Cor 5,21); y el mundo le quita a Él de en medio. Así nos gana la vida nueva haciéndonos hijos de Dios.

El mundo trata siempre de salvarse a través de algo. Pensemos en uno que se cae y no se da levantado. Dios sólo salva a través del amor. Porque Dios es Amor y el amor es la única pista que nos ofrece, marcada además por la misericordia.

 Nosotros sólo tenemos que descubrir, valorar y apreciar y corresponder también con amor, al verdadero sentido de la filiación divina en nuestra propia vida y existencia. Porque amor con amor se paga.

              Simón-David Castro Uzal           sdavicuzal@gmail.com


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