martes, 11 de febrero de 2020

DOMINGO VII del T. O. A..- 23-02-2020 Mt. 5, 38-48




Siguiendo el proyecto de formación de Cristo a sus discípulos nos encontramos con una especie de Autorretrato del Señor presentándonos, frente al “ojo por ojo, diente por diente” del Ex,21, 23-25, el perdón y el amor. Superando y mostrando así, en lugar de la represalia y la venganza, una mayor reintegración del derecho lesionado, precisamente en el amor.
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No debemos por lo tanto reaccionar en nuestra vida corriente de cristianos, ante los fallos y deficiencias del prójimo, que siempre existirán, con la lógica de un ofendido, sino con la lógica del amor, aunque la naturaleza nos pida naturalmente justicia. Así se nos presenta la enseñanza de Jesús, mostrándonos su divinidad, porque Dios ni tiene ni puede tener enemigos ya que es amor.

Jesús parte de la justicia, que es “dar a cada uno lo suyo”.¿Y qué es lo suyo? ...Resarcir el daño causado: Así se pasó de la Ley del Talión, a la de la proporcionalidad, la utilidad, y la finalidad; por ej. aligerar la pena, para reducir criminalidad. Aunque de suyo las penas siempre miran al “pasado” para compensarlo y no al “futuro” para mejorarlo, siendo un poco ingenuos en nuestro juicio sobre la justicia.

Pasando al tema del amor y el perdón, reconocemos que esto siempre en el fondo brota de la Fe, que es fiarse de Dios, ponerse en sus manos, buscar lo perfecto en todo. Pienso que los Apóstoles cuando le oían y escuchaban en aquellas enseñanzas ya estaban descubriendo que Jesús era Dios, por el convencimiento que les producían sus enseñanzas de amor. Crecian en Fe.
Cabe que nos preguntemos ¿qué actitud tengo yo personalmente ante la lectura del santo Evangelio: atención, frecuencia, tiempo que le dedico?
 Somos personas individuales pero que vivimos en familia o pequeño grupo. ¿Proponemos algo personalmente o al pequeño grupo o familia, para que puedan ilusionarse con la lectura del Evangelio, a fin de conocer mejor a Jesucristo y su doctrina y así mejore la sociedad? Si yo no lo hago y no se lo digo a nadie personalmente o en grupo, ¿ como me extraño de que la sociedad actual esté como está?, con atentados, robos secuestros, violaciones, etc..?
Creo que la sociedad se puede recomponer de persona a persona. De familia en familia..,reformando así la sociedad. Superando las diferencias mediante la amistad, pasando del “Amarás a tu amigo y aborrecerás a tu enemigo”, al amarás a tus enemigos. 
Nosotros mucho tenemos que avanzar en este sentido...Pero Dios si pudo hacerlo, porque Dios no tiene enemigos: “Cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por medio de su Hijo” (Rom 5,10) y “cuando éramos pecadores, Cristo murió por nosotros”(Rom 5,8). Pidámosle este avance.
Tenemos que dar pasos adelante: Jesús, cuando es abofeteado por el siervo del Sumo Sacerdote no pone la otra mejilla, pero trata de hacerle razonar y así se arrepienta. Su móvil es el amor y el fin es la redención. “Al que quiera entrar en pleito contigo para quitarte la túnica, déjale también el manto” y así le quitaron la vida en juicio ante Pilato, echándo también después (la túnica) en suerte los soldados.”Al que te pide prestado, no lo rehuyas”. Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial”.
  Ayudan estas frases a amar y rezar más y, después, el Espíritu santo nos dirá lo que debemos hacer. Ante estas enseñanzas puedo preguntarme ¿soy todavía cristiano o estoy dejando de serlo en la práctica?
Simón David Castro Uzal sdavidcuzal@gmail.com 23/02/2020

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