Estuvimos en Fátima en un viaje rápido de ida en un día y vuelta al día siguiente. Son unas 5 horas de
coche.
Luciano, Lucila y José Manuel |
A pesar de haber ido
muchas veces me ha vuelto a gustar la Capeliña y la Laus Peremnis, lugares de verdadera oración silenciosa. En
la capeliña estarían unas 200 personas contemplando a María, de ellas alguna recorría
de rodillas los aledaños. De todo había, en esos peregrinos de rodillas: hombres y mujeres, también jóvenes. Una señora mayor, debía de estar pidiendo algo importante pues andaba
centímetro a centímetro y con muchísima dificultad. La Virgen le habrá ayudado.
Allí comprendí como hemos de creer en nosotros mismos. Creer
en la grandeza del sacerdocio, en su
misión maravillosa de representar a Cristo en la sociedad, o en la gran misión de la hora de la familia. Estuve
leyendo el nuevo directorio para los sacerdotes y, si creemos lo que se dice
sobre los sacerdotes, es como para quedar
infinitamente agradecido a Dios.
En la Laus peremnis está el Santísimo expuesto en unos
paneles de metal , sin adornos, quizá para que la atención se centre sólo en el
Señor. Allí seríamos unos cuarenta, pero se adivinaban coloquios muy personales
y sin prisas. Por allí entraron con cada uno de nosotros tantos conocidos, amigos,
y también tantos problemas.
Las novedades que he
visto en Fátima
Cada año hay alguna novedad. Este año he visto la exposición
sobre el Corazón de María que estaba atendida y vigilada. Si la explicaran, podría
ser una buena catequesis.
También había al lado
del "nacimiento" de la explanada , un tríptico en diversas lenguas titulado Itinerario del peregrino. Comentaba
las primeras palabras de la Virgen a Lucía en las que le preguntaba si estaba
dispuesta a secundar los planes de entrega de Dios (¿queréis ofreceros a Dios?), y ese mismo tríptico
sugería un pequeño recorrido por la basílica de Nuestra Señora del Rosario visitando las tumbas de los niños y viendo su entrega, y, luego, la
capeliña viendo la entrega de María y pensando en mi entrega y en mis compromisos...Muy interesante.
También vi, como novedad, a un grupo de niños de diversos países
que dirigían el rosario. Uno lo anunciaba, otro leía un pequeño comentario y
otro rezaba el misterio y esto en diversas lenguas.
Un misa concelebrada
con un obispo de Venezuela
Mons. Willian |
A la tarde, pude concelebrar la misa en español que presidía
un obispo de Venezuela que estaba con otro sacerdote y con gente de su país.
Luego irían a Santiago de Compostela. Predicó el sacerdote joven muy bien,
alto y claro. Me llamó la atención el partido que le sacó a la historia del
flautista de Jamelín que contó bien adornada, liberando a la ciudad de los
ratones con el suave sonido de su flauta y que luego, por no pagarle las 100 monedas de oro prometidas, se llevó, con el sonido de su flauta, a los niños, mientras los padres estaban en
sus cosas (fiestas, comidas , bienes…).
Dijo que ahora los padres están
entretenidos en muchas cosas, mientras sus hijos están siguiendo a algún
flautista con p. e. el fútbol, los juegos de maquinitas o a veces incluso con
el reiki, la ouija …y también terminan perdiendo a los niños.
Laus peremnis |
Una sorpresa
Yo, el día 14, cumplía años y los seminaristas del Bidasoa que
estaban en Fátima y, los que fueron conmigo, me dieron una gratísima sorpresa, por lo inesperado. Pues, con D. Emilio al frente, se presentaron en la Casa de Nossa Señora do Carmo en donde me
hospedaba y vinieron con sus guitarras para cantarme las mañanitas. Quedé muy
emocionado y les prometí oraciones por todos ellos.
D. Emilio explicando el misterio del rosario, de las bodas de Caná |
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