martes, 4 de junio de 2013

Vengo a pedir por mis hijos


De nuevo, un encuentro gozoso, con peregrinos que,  en este día, eran una joven de Cantabria, una brasileña, varios matrimonios  de Austria y Escocia, también de Nueva York y varios italianos de Vicenza ( la tierra de San Cayetano) y del norte de Italia.

el grupo en el Pórtico de la Gloria
Los italianos hicieron el camino desde Tuy y su experiencia ha sido de una gran paz que les invadió interiormente y que esperan se prolongue durante el año, pues así les pasó en otra ocasión haciendo también  el Camino. 
Uno de estos italianos  me contó como el Señor había hecho con él un milagro pues tenía, hace  seis años, un tumor maligno del que fue operado y quedó totalmente curado despues, eso si,  de poner los remedios médicos. Le pregunté si había pedido el milagro y  me dijo que no, que el pedía por su mujer e  hijos, el resto lo hizo el Señor como un regalo.


Una italiana venía a pedir por sus hijos. Estaba preocupada por su vida espiritual y no hacía más que rezar por ellos para que retornaran a la fe.

Dalila, brasileña, de San Pablo,  contó que era bióloga y que en el camino aprendió a ser más tolerante y a ver a los demás con amor sin espíritu crítico. Pidió al Apóstol para que la gente de nuestro tiempo ame la creación y la respete, la trate bien.


La joven que venía de Cantabria citó unas palabras de Juan  Pablo II que dicen, más o menos, que caminar es rezar con los pies. Dijo que eso le había animado mucho y que en el camino encontró momentos duros y difíciles, pero que los superó con  fortaleza y constancia. Le pidió al Apóstol que cuando en la vida le llegasen momentos parecidos aunque tal vez de otro tipo,  que tuviera la misma fortaleza y constancia.

Había también un austriaco, presentador de televisión, joven,  simpático y que se veía estaba a favor. Contó que hizo varios caminos  y que  esos momentos de caminar fueron los más felices de su vida.
Al final nos sacamos unas fotos y tomaron la dirección del blog de la parroquia

las antiguas campanas de la catedral
ahora en el claustro



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