SAN JOSÉ. UNA
CONVERSACIÓN CON EL SANTO.
Podemos decir que no hay iglesia en el mundo que no tenga
una imagen de S. José. A veces solo,
otras dándole la mano a Jesús o teniéndole en los brazos y otras con
Jesús en medio de él y María. Una trinidad de la tierra
Podemos llamarle Padre, porque es nuestro Padre y Señor,
Cuando pensamos en nuestro padre de la tierra, agradecemos
todo lo que ha hecho por nosotros y lamentamos no haber hecho más por él, no
haber estado lo bastante atentos y generosos…con San José aun estoy a tiempo,
de tenerlo presente en mi vida y
aprender tantas cosas.
¿Qué puedo hacer para
que esté contento de mí?
X
Adaptarme como él, con prontitud, a los planes
de Dios.
X
Ir con él a Jesús y María. El me enseñará,
porque sabe
X
Hacer mi trabajo normal como él: ¿tú,
como harías esto? - Pensar en detalles que él tendría, en su amor
contemplativo, en su mirada llena de afecto por todos, en la perfección de la
obra para que realmente sea un servicio
a los demás.
¿Pediría Perdón?
Estaba atento al cansancio y a las necesidades de Jesús y
María y, por extensión, a la de los demás colegas y vecinos. Yo si que tengo
que pedir perdón por lo poco enamorado y, por tanto, delicado con Jesús en el
sagrario y en la S. Misa. Dame
unos ojos que adivinen tus deseos y resolución de cumplirlos…los deseos de Jesús, María y José.
Pintura expuesta en la Casa Agraria |
¿Cómo se desenvolvía
con el público?
Escucha y responde, desde su sentido sobrenatural, ve todas las
cosas y situaciones desde Dios. Nada hay
imprevisto o casual para Dios.
¿Qué cosas importantes
tengo que pedirte?
El primer pensamiento se dirige a cosas materiales…pero no
son tan importantes.
Un segundo pensamiento es para pedirte que me ayudes a
transmitir la fe, a hablar de Dios a las personas concretas, con naturalidad y
sin resumir, enrollándome un poco.
Consígueme palabras
de gracia como las que tenía Jesús. Ayúdame a
tratar a los jóvenes y saber
acercarlos a Jesús. Te pido vocaciones para Jesús…te lo pedí más veces pero
quizá no muy en serio.
Quiero creer más en
que tú intercesión es fundamental. Me ayudarás a pedírselo a Jesús que es el
que llama con eficacia.
talla venerada en San Miguel dos Agros |
S. José te quiero. Te veo metido en lo más material, pero
con el corazón en lo ALTO, Él no está mas allá de las nubes sino aquí, a mi lado,
como un niño que me mira mientras juega con las virutas.
Te invito a que me acompañes en la labor en todo momento.
Quiero tenerte a mi lado, guíame, apúntame lo que tengo que hacer porque le
gusta a Jesús. A veces no hago cosas o no las digo porque no sé que hacer o
responder; no enciende mi linterna, soy como una linterna que a veces falla, no enciende cuando se le pide, o que tiene las pilas ya gastadas y apenas dan
luz. Carga mis pilas, conéctame con el Señor.
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