domingo, 13 de enero de 2013

Un santiagués, nacido en la Algalia, va a ser beatificado


Se trata del siervo de Dios P. Fernando Olmedo, religioso capuchino que murió mártir en 1936. Ahora va a ser beatificado en Tarragona en el mes de octubre.

Es de esperar que la parroquia de San Miguel dos Agros en donde fue bautizado, organice un viaje a dicha  beatificación de la que esperamos detalles.

En San Miguel dos Agros  hay una lápida conmemorativa que recuerda su bautizo en  esa iglesia el 12 de enero de 1823 y su martirio el  12 de agosto de 1936 en Madrid.

El P. Fernando está en el centro.
El P. Lorenzo Fernández ha escrito una biografía editada en 1971 en donde constan los hechos más  destacados de su vida.
Hay una preciosa carta de la madre de Fernando que le escribe estando él en Santiago estudiando  leyes y le quiere apartar de que se apunte a la Tuna,  idea que no le gusta a la madre y a otras personas. Entre otras cosas le dice:

Precisamente lo que me hace feliz en este mundo es la dicha de tener hijos buenos, como hasta aquí, y  que hasta ahora os presentan como modelos, y no quiera Dios  que tenga el pesar de ver  frustradas tan buenas esperanzas.
No lo puedo esperar de tu buen criterio.
Reflexiona sobre ello y abandona tu idea, (de pertenecer a al Tuna)    pues ya sabes que todo mi gusto es complaceros, pero no en aquello que pueda perjudicar mi conciencia.
Siempre tengo presente un dicho de tu abuela, que con frecuencia nos repetía: ”que Dios habrá de pedir cuenta muy estrecha de los actos de los hijos, y así que prefería llorarlos muertos  que pervertidos”.

Lo mismo digo yo, y eso que prefiero más vuestra vida  y vuestra felicidad que la mía(…)

 Y si te causa contrariedad este caprichito, ofréceselo a Dios, que El sabrá compensártelo (…)
Espero con ansia tu contestación,  tu madre que te abraza de corazón.- Elisa.

Tuvo varios trabajos como abogado y periodista y después de muchas vueltas termina siendo sacerdote capuchino.
Este opúsculo que estamos comentando y esperamos que sea reeditado, dedica un capitulo al martirio que relata con todo detalle. Cuenta, entre otras cosas, como estando en una checa encarcelado, uno que le acompañaba le dice, sólo faltamos los dos por declarar, ¿qué vamos a decir?. El respondió: “La verdad, que somos religiosos capuchinos”.
Luego fue martirizado por odio a Dios y a cuanto tenía sabor cristiano el día 12 de agosto de 1936, en el cuartel de la Montaña.
Sus restos se conservan en la capilla de N.P. Jesús de Madrid.


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