Un Sínodo en Santiago de Compostela, una
nueva gracia de Dios para los diocesanos
Ante unos 200 sacerdotes, en la Casa de ejercicios, ha habido
un retiro dado por el Sr. Arzobispo y luego tuvo lugar la presentación de este Sínodo
diocesano que será la ocasión de pensar. La fe ha de ser pensada y también Dios y los planes misioneros han de
ser pensados. El Papa también nos
está acostumbrando a pensar aunque
cuando llega el momento, nos echemos para atrás.
También en el Retiro
nos dijo el Sr. Arzobispo que hay que pararse a pensar. A veces lo que es más
importante nos pasa desapercibido. Pero nos habló de otras muchas cosas
importantes como que Cristo es la referencia clara para todo, Él es la roca en
donde estamos seguros. Dios no es obstáculo para nuestra felicidad, añadió. También nos
habló del sentido de pertenencia a la Iglesia, a la que hemos de conocer más, tratando de amarla intensamente.
No faltó una referencia a la Palabra de Dios que ilumina
todos los momentos de la vida, sobre todo los más oscuros.
En la presentación del Sínodo, a la que estuvo presente
también el Sr. Arzobispo, D. Luis Otero Outes, explicó con detalle la carta del Sr. Arzobispo en que
justifica este Sínodo, pues en la diócesis no hay sínodos desde 1909
y ahora hay verdadera necesidad de mover a todos: sacerdotes, religiosos, laicos, grupos, asociaciones etc. para que se impliquen en
esta hora decisiva de la historia de nuestra diócesis.
Las fases del Sínodo son:
- convocatoria. Y se hizo
el día 12 de octubre en la Catedral
- fase preparatoria.
Estamos en esta fase.
- fase de reflexión
- debate sobre las
propuestas
- Eucaristía de clausura
- publicación de las
conclusiones
Todo
esto sin prisas, pero responsabilizándose en el día a día y poniéndose en
disposición hacia lo nuevo.
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