jueves, 19 de marzo de 2015

Comida de cerdos




Escuchando la radio,  en un breve reportaje sobre  el libro de las moradas de Santa Teresa, oí que decía la Santa que había que dejar la comida de cerdos.
Supongo que haría alusión al hijo pródigo que gastó su dinero en vanidad, comer y beber, en malas mujeres, en fin, comida de cerdos. Todo eso le llevó,  no a saciarse,  sino al hambre,  a la insatisfacción y al desierto espiritual.

 Quizás, como un símbolo, aparece, en la parábola de Jesús, que  se pone bajo las órdenes de un amo, seguramente el demonio, que le da a comer lo que comían los cerdos y aun eso en poca cantidad.
Se cumple en él lo que dice el profeta Ezequiel que cuando Israel deja a Dios y busca ídolos (1) queda convertido en un desierto. Ya no es un vergel, un paraíso. Así sucede en  el alma que se fía de los ídolos que,  prometen mucho y no dan nada. Mas hambre y mucha desolación, un desierto por donde Dios ya no se pasea con amor. No hay virtudes aque embellezcan esa alma de un hijo de Dios.
En cambio, el hijo pródigo, cuando al fin piensa y vuelve a casa , su Padre le prepara también un buena cena. Pero ya es otra cosa, limpieza, vestido nuevo, anillo, sandalias y le preparan, bien asado, el  becerro cebado e incluso hay orquesta. Todo de lo mejor. 
La Mesa de Dios

Pero  está , sobre todo,  la alegría del padre
 ( Padre Dios) que ya no se separa del hijo y no se cansa de verle.

 Esa si que es buena comida.

 Esta comida es todo un símbolo de lo que ocurre con el pecador arrepentido que vuelve al Padre: El banquete es de la Palabra de Dios que conforta, anima e ilumina. Es también,  comida  de ese banquete,   el  mismo cuerpo de Cristo,  verdadero alimento celestial, que deja asombrados a los mismos  ángeles.
Hay en la Biblia más referencias a  las comidas, como el maná en el desierto o la comida de ajos y cebollas de Egipto, o el banquete del rico epulón o el banquete  en las bodas del Cordero en el reino de los cielos. Todas esas comidas,  igual que la del hijo pródigo, tienen su propio mensaje que hay que descubrir.

(1) los ídolos los resume  muy bien el catecismo en los pecados capitales; Soberbia (el ego), avaricia (el afán de dinero) , lujuria(desorden en el sexo), ira (falta de dominio) etc

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