Falleció D. Manuel a los 78 años, en la Casa Sacerdotal en
donde residía desde hace algún tiempo. El día anterior a su fallecimiento había celebrado la Santa Misa, con los sacerdotes de la Casa . Fue su última Misa.
Era natural de Oínes y procedía de una familia
numerosa y cristiana. Se ordenó en el año 1960 y pertenecía a un curso en que
llegamos muchos al sacerdocio.
Le recuerdo desde el Seminario en el que coincidimos. Su presencia
y su participación en las distintas actividades era normal y tranquila.
Poco después
de ordenarse ya lo sitúo en la Catedral en donde estuvo hasta su jubilación. Asistía
a las reuniones del curso una vez al año. Era sencillo y amigo de sus amigos. En
estas reuniones daba, oportunamente, su opinión sincera.
Le gustaban las clases que dio en el Instituto y tuvo buenas
relaciones con sus alumnos con quienes se paraba o saludaba si los encontraba
por la calle. También tuvo actividades literarias escribiendo dos libros y también
varios artículos en revistas.
Fui a rezarle al tanatorio de Boisaca, en donde encontré a varios de sus
hermanos. También vi a sacerdotes amigos comunes, José Luis Daviña, Victor
Maroño, José Fernández Lago y, en la explanada, acercándose, a D. Eugenio García Rodeja que fue profesor y director en aquella
época de nuestra estancia en el
seminario.
D. Manuel fue fiel hasta el final y eso cuenta mucho. Como decía
Santa Teresa, las cosas de aquí pasan, las de Dios son para siempre, para
siempre, para siempre.
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