lunes, 15 de agosto de 2016

Los Ángeles son una misericordia de Dios.





En sucesivas visitas que hice a la iglesia de S. Miguel, he ido descubriendo como los ángeles son una misericordia de Dios con nosotros. Dios nos tiene asignado a cada uno un ángel que  solemos llamar ángel custodio o ángel de la guarda.

En una ocasión tuve una reunión con padres de niños de Primera comunión y una de las madres comentó que ella cuando su hijo se iba de campamento con otros  muchachos, le pedía a Dios que le diese otro ángel y se quedaba muy tranquila,  pues con dos ángeles, decía,  iba a estar muy bien.
 Desde ese momento yo hice lo mismo en muchas de mis cosas, e invito a los de la parroquia que pidamos a Dios un ángel para esta parroquia  que nos proteja constantemente.

En la citada iglesia de San Miguel dos Agros,  no sólo está san Miguel  sino  también  san Gabriel y S. Rafael y luego en lo alto de las columnas hay ángeles por doquier.  También en nuestra iglesia de S. Cayetano el  retablo está lleno de ángeles ,unos 35, y eso representa la creencia cristiana de que los ángeles  están día y noche en torno a nuestros sagrarios en donde está Cristo verdaderamente presente y no le dejan solo.

Podemos decir con verdad que tenemos  a nuestro alrededor muchos más  bienhechores de los que nos imaginamos.

La Iglesia ha definido como dogma de fe la existencia de los ángeles que son espíritus creados por Dios (concilio  IV de Letrán). En la Biblia se afirma con constancia la existencia de un mundo angélico. Éstos ángeles se  manifiestan como invisibles, inmortales, poderosos ejecutores de los planes de Dios en beneficio de  su  gloria y de la salvación humana.

No son sólo espíritus, sino que son espíritus compenetrados por el Espíritu Santo o sea que han sido introducidos en el ámbito interno de la vida divina personal.

El episodio de San Pedro preso por Herodes Agripa, vigilado por cuatro escuadras de soldados y liberado prodigiosamente por un ángel mientras la Iglesia oraba incesantemente a Dios por él,  es índice y símbolo de  lo que va a ser la devoción a los ángeles a lo largo de la historia.

Me alegro que en el crucero de la Coruña se mantenga viva  la devoción a S. Miguel durante tantos años y que se siga encomendando la gente y las familias a la protección de este ángel e incluso  a la  de otros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario