miércoles, 18 de septiembre de 2013

Oración intensa y extensa

La  iglesia de S. Cayetano el día de Corpus.

Por primera vez  en mi ministerio,  una persona bastante joven me pidió poder estar en el templo 7 horas seguidas después de la misa de las 12 del domingo,   a la que también  estuvo.
Como la conocía de tiempo atrás le dije que sí. Intenté dejarle la llave pero me dijo que no le hacía falta, no padecía de claustrofobia y que cerrara la puerta.  Que volviera a las 7 de la tarde a abrir. Me dijo que tenía una urgente necesidad y que quería  hacer esa oración y estar todo ese tiempo con el Señor. Terminé la Misa y allí la dejé, cerrada la puerta.
A la tarde hacía las 6 me acerqué y abrí para hacer yo la oración y allí estaba en su sitio, pero seguía sin prisas. Yo hice la oración y luego salí a rezar el rosario. Al terminar ya se preparaba para salir y me dijo que salía con paz y contenta. Al día siguiente me escribió un correo electrónico diciendo que me agradecía mucho que le hubiese dejado estar de esa forma en la iglesia y que seguía muy contenta.
Aunque es una petición insólita para una sola persona,  sin embargo he tenido para los que quisieran,  24 horas de oración seguidas, con motivo de mis Bodas de Oro. Siempre hubo gente adorando y una persona en concreto estuvo las 24 horas. Los que iban pasando estaban cuatro o cinco horas de las que salían muy contentos, según luego comentaban. Estar con el Señor es estar con El Amigo.


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