Experiencias de Rio de Janeiro
Tuve la oportunidad de
escuchar, con calma, el relato de las experiencias de 10 jóvenes del Camino que
fueron a la JMJ de Rio de Janeiro. Se realizó todo en un ambiente de oración y
de acción de gracias por tantos dones como Dios ha derramado sobre ellos y
tanta gente más.
Lo que contaron se centró mucho en dos polos: la acogida a los jóvenes por
parte de la gente de Brasil y las palabras impactantes del Papa Francisco.
Acogida
En cuanto a la acogida salieron muchas cosas hermosas. Les
recibieron con bailes, cantos, guitarras, ágapes y mucha alegría. Incluso
estaban vestidos de fiesta.
En una ocasión tuvieron que esperar por ellos unas dos horas,
pues el avión se retrasó, y, no solo no se marcharon, sino que les recibieron con
cantos y guitarras
Comentaban los
jóvenes que el Espíritu hace más generosos a los humildes. “Me dieron un
ejemplo enorme. Vi a través de ellos el cariño de Dios. Realmente Dios nos ha
mimado”. Incluso les daban las gracias por ir a parar a sus casas. Se veía a
Cristo que movía a todas esas personas. Y , para nosotros, decía uno, fue una denuncia a nuestro egoísmo.
Cristo que movía a todas esas personas. Y , para nosotros, decía uno, fue una denuncia a nuestro egoísmo.
En una ocasión uno de los peregrinos se despidió dándole las
gracias y una señora que estaba allí le
respondió dándole un abrazo.
El Papa
Uno decía que le habían quedado muy grabadas las palabras de Francisco cuando decía que
tuviesen fuerza para llevar a Cristo a los demás.
El Papa ha puesto todo muy cercano: pensar en los otros,
salir a su encuentro. Comentó unas palabras de Teresa de Calcuta cuando le
preguntan por dónde empezar a reconstruir el mundo y responde: por ti y por mí.
En el viacrucis, comentaba otro, dijo “Cuanta pena tendrá
Jesús por nuestra falta de testimonio”. ¿Cómo queréis ser, como Pilato o como
el Cirineo o las santas mujeres. El Cirineo vio que la verdad estaba en Jesús.
Testimonios
personales
Una joven dijo que fue la primera JMJ en que estuvo atenta a
todo lo que decía el Papa. Dijo además: “experimenté que detrás de la Cruz, se
ve el amor que Cristo nos tiene. Esa situación de sufrimiento he de aceptarla
como una bendición. He de ver que es voluntad de Dios. Hay que pedir esta
virtud de servicio enfocada a la conversión de los demás.
Surgían problemas,
decía otro, pero el Señor nos iba dando en cada momento la solución oportuna,
nunca nos dejó solos.
También comentaban
que habiendo hechos, ya se tiene la palabra de Dios , pues Él
nos habla no solo en la Biblia y en la Iglesia sino también a través de los
hechos. La voluntad de Dios a veces no la encontramos en el mundo cerrado que
nos rodea y hemos de salir a fuera de nuestro círculo de comodidad y allí vemos.
El acoger da alegría, lo he experimentado cuando yo me decidí también a acoger a los
demás. Además me di cuenta que se va descubriendo la vocación, también los casados. Hay aspectos de la entrega que no se ven al principio. Y también los sacerdotes tienen la posibilidad de descubrir aspectos nuevos de su entrega a los demás y a Dios
Una abuela fue también a la JMJ por acompañar a su nieta
para introducirla en este mundo de juventud que reza y sirve. Cuando se decide
a ir piensa, voy a lo que me manden, voy
a obedecer. Es una profesora jubilada e hizo una curiosa reflexión: la acogida era como una resurrección que había
en las personas. Son personas que se encontraron a Cristo y han cambiado, son
diferentes, especiales. Había curas alegres que sintonizaban perfectamente con
el pueblo, también estaban resucitados. He visto todo como una resurrección,
fruto de la entrega de cada uno. Les pregunté a ellos si se sentían confirmados
en la vocación y me respondieron afirmativamente.
Completó esta explicación diciendo que era como si viera a
Jesús resucitado y a la Magdalena y a Pedro ya totalmente cambiado… Hay un
espíritu común, fruto sin duda del Espíritu Santo.
Por último una joven dijo que había salido con buena intención,
con ganas y que desde el principio todas las palabras le decían algo, el oficio de laudes o vísperas, los
comentarios de los catequistas, los acontecimientos y lo que el Papa dijo: en sus predicaciones
me parecía que iba directamente dicho para mí. Me quedé con paz.
Les comenté que habían recibido monedas de oro y que las conservaran bien en su memoria , que no las perdieran y las meditaran con frecuencia, y, luego, las fuesen dando, que dando se conservan mejor.
Les comenté que habían recibido monedas de oro y que las conservaran bien en su memoria , que no las perdieran y las meditaran con frecuencia, y, luego, las fuesen dando, que dando se conservan mejor.
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